Roma, 3 de marzo. El precio de los alimentos a nivel mundial subió a un nuevo récord en febrero pasado por octavo mes consecutivo, con alzas en todos los grupos de productos básicos sometidos a seguimiento, excepto el azúcar, informó la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), al tiempo de reconocer que espera mayores dificultades en el equilibrio entre la oferta y la demanda mundial de cereales en 2010-11.

Los crecientes precios de los alimentos son una preocupación global y alentaron en parte las protestas que derrocaron a los líderes de Túnez y Egipto en enero y febrero y que generaron tensiones en el norte de África y Oriente Medio desde Argelia a Yemen.

El índice, que mide los cambios mensuales de los precios de una cesta alimentaria compuesta de cereales, oleaginosas, lácteos, carne y azúcar, tuvo una media de 236 puntos en febrero, el récord en términos reales y nominales, y 2.2 por ciento por encima del récord de enero, creciendo por octavo mes consecutivo. La FAO expuso en un comunicado que esperaba una situación más ajustada en el equilibrio entre la oferta y la demanda mundial de cereales en 2010-11.

Señaló que frente al aumento de la demanda y el descenso de la producción mundial de cereales en 2010, se prevé que las reservas mundiales de grano sufran una brusca caída debido al descenso de las existencias de trigo y cereales secundarios.

El organismo confirmó que los precios internacionales de los cereales han sufrido un fuerte aumento, con precios de exportación de los principales cereales que son al menos 70 por ciento superiores a los de febrero del pasado año.

Las inesperadas subidas del precio del petróleo pueden agravar aún más la situación, ya de por sí precaria, de los mercados alimentarios, señaló David Hallam, director de la división de Comercio y Mercados de la FAO.

Ello añade todavía más incertidumbre sobre las perspectivas de los precios, justo cuando va a comenzar la siembra en algunas de las principales regiones productoras, añadió Hallam.

El índice de la FAO para los precios de los alimentos alcanzó una media de 236 puntos en febrero, con un aumento de 2.2 por ciento desde enero, el récord tanto en términos reales como nominales desde que la FAO comenzó el seguimiento de los precios en 1990.

La tabla de precios de los cereales, que incluye los de los principales alimentos básicos como el trigo, arroz y maíz, subió 3.7 por ciento en febrero (254 puntos), su nivel más elevado desde julio de 2008.

En Washington, el Fondo Monetario Internacional dijo que es extremadamente preocupante las consecuencias del alza de los precios de la alimentación para los habitantes más pobres del planeta, indicó este jueves la portavoz de la institución, Caroline Atkinson. Dominique Strauss-Kahn opinó que un avance muy abrupto de China hacia la democracia podría ser muy desestabilizante para la economía global, al tiempo que advirtió a los países latinoamericanos que aprendan de los errores de Irlanda y Grecia.

Estamos extremadamente preocupados sobre el incremento de los precios de los alimentos, en particular por su impacto sobre los más pobres y más vulnerables, donde quiera que se encuentren, particularmente en los países de bajos ingresos, pero no solamente en ellos, dijo la portavoz a los periodistas.

Es importante proteger a la gente que es más vulnerable, antes que subsidiar productos en general, afirmó.

La FAO añadió este jueves que su índice de precios de los alimentos subió en febrero a su nivel más alto desde que comenzó a monitorear los precios en 1990.

En relación a cómo los gobiernos deben enfrentar la subida de precios de los alimentos, Atkinson destacó la importancia de medidas muy específicas para apoyar a quienes están más expuestos.

Pienso que el desarrollo de la economía de mercado lleva a la democracia y que esto va a suceder en todos los lugares en los que la economía de mercado pasa a ser la operatoria de la economía, lo cual es cada vez más así en China, añadió Strauss-Kahn en Montevideo, durante un programa de televisión en el cual respondió preguntas de estudiantes universitarios uruguayos.

“Algunos grandes importadores almacenan existencias más allá de las necesidades normales de los países para evitar tensiones políticas y asegurar los suministros en los mercados domésticos, lo que añade incertidumbre y volatilidad a los mercados”, dijo Abbassian.