La pelea será en Veracruz, en un peso intermedio a sus divisiones
reinadel boxeo nacional
Miércoles 2 de marzo de 2011, p. a15
La velada Reinas en guerra enfrentará a las dos más destacadas boxeadoras del país para dirimir, de una vez por todas, quién de ellas es la mejor kilo por kilo. Ambas son campeonas mundiales, versión Consejo Mundial de Boxeo (CMB), tienen 30 años, de guardia derecha, casi la mitad de sus contiendas las han ganado antes del límite. Son idénticas, salvo en estatura y en peso.
Se trata de la campeona supergallo Jackie Nava y de la monarca supermosca Ana María Torres, quienes arreglarán a puñetazos sus diferencias deportivas este 16 de abril en Veracruz, en una contienda a peso pactado en 54 kilogramos, justo en medio de sus divisiones, aunque para hacer más emocionante la noche se solicitará al CMB que ponga en juego algún cinturón, acaso el de Diamante femenil, expusieron los promotores.
Sólo una diferencia
Coctel explosivo el que pretenden subir al cuadrilátero, por la depurada técnica de la tijuanense ante la explosividad de la mexiquense, cuyos números el destino ha escrito casi al parejo, salvo en la estatura, pues La Princesa Azteca (24 ganadas, tres perdidas, dos empates; 11 nocauts) es tres centímetros más alta que La Guerrera (24-3-2; 14 nocauts), y si bien las dos han ostentando tres cetros en diferentes momentos, Torres suma ocho exitosas defensas de la diadema verde-oro, aunque Nava fue la primera mexicana en ceñirse una corona del CMB.
El duelo, exponen promotores, púgiles y sus mánagers, no tendrá que ver nada con la rudeza ni la fuerza excesiva, todo lo contrario, ya que se impondrá quien suba con la mejor estrategia, con mayor paciencia, pero sobre todo la que logre trabajar con inteligencia, literalmente, a prueba de golpes
.
Aunque es una batalla esperada desde hace varios años, ambas oponentes se congratulan de que por fin haya llegado el momento de enfrentarse, porque lo importante no es si habrá de por medio un campeonato, sino determinar quién es la mejor
, dice la de Neza, mientras la tijuanense piensa en que sin importar el resultado, las dos somos vencedoras desde que logramos subirnos al cuadrilátero
.
Se muestran con amabilidad en su primer encuentro ante los medios; ninguna afirma que podrá acabar antes del límite, pero ambas se asumen ganadoras por tener le certeza de que suben en igualdad de circunstancias, con el mismo compromiso con sus seguidores y con la ilusión de no manchar su historial con una derrota y sí posarse en los cuernos de la luna con el triunfo.
Los promotores de la función están en pláticas con el CMB para informarle que el pleito está pactado en 54 kilogramos, por lo que buscarán que ese organismo ponga en juego algún cinturón
, que bien podría ser el de Diamante versión femenil, aunque si no hay ningún extra, salvo el honor de cada boxeadora, la contienda por sí sola es importante para determinar quién es realmente la mejor de México.