Lunes 28 de febrero de 2011, p. a15
Hollywood. Tom Hooper, galardonado este domingo con el Óscar a mejor director por El discurso del rey, es un aficionado a la historia que se hizo un nombre en la televisión con series basadas en personajes que dejaron huella en el mundo.
Quiero felicitar a mis compañeros nominados en esta categoría, Darren (Aronofsky), David (O. Russell), David (Fincher) y Joel y Ethan (Coen); su trabajo ha sido extraordinario y es un honor haber sido nominado junto a ustedes
, expresó el director, de 38 años, al recibir la estatuilla.
Este largometraje tiene una importancia particular para este cineasta de 38 años, de padre británico y madre australiana, que creció en Londres.
Es la película más personal que jamás he hecho
, admitió en una entrevista reciente.
Como hijo de un inglés que estuvo internado desde los cinco años, después de que su padre murió en la guerra, y de una australiana, sé un poco por mi educación sobre la historia de un australiano que descubre los efectos de una dura infancia inglesa
, explicó.
Casi toda la filmografía de este director, conocido hasta ahora sobre todo por sus proyectos televisivos, tiene relación con la historia.
Sus películas para la cadena de televisión estadunidense HBO Elizabeth I (2005), con Helen Mirren en el papel de la célebre reina de Inglaterra del siglo XVI, y Longford (2006), que narra la relación entre un lord británico y la asesina en serie Myra Hintley, le valieron ya varios premios.
El actor y productor Tom Hanks eligió entonces a Hooper para dirigir la miniserie John Adams (2008), con Paul Giamatti en el papel del segundo presidente de Estados Unidos, que ganó el mayor número de premios Emmy jamás concedidos a un programa en una edición.
Antes de Hollywood, Hooper –soltero y con fama de adicto al trabajo– hizo sus pruebas en la televisión pública británica BBC, dirigiendo primero programas para niños y luego episodios de la longeva y exitosa telenovela EastEnders.
Tenía sólo 13 años cuando dirigió su primera película, Runaway dog, filmada con una cámara de 16 milímetros con apenas 30 metros de bobina y un elenco compuesto por su animal de compañía y su familia.
Su primer largometraje fue Red dust (2004), en el que narra el combate de un policía acusado de tortura durante el apartheid. Y antes de El discurso del rey revivió en The damned united (2009) los 44 días en los que el excéntrico entrenador de futbol inglés Brian Clough se sentó en el banquillo del Leeds United en 1974.
Con su última película, que llegó a manos de Hooper después de que su madre asistió a una lectura del guión con unos amigos australianos en Londres, espera marcar la historia a su manera.
El discurso del rey costó sólo 13 millones de dólares y lleva ya más de 200 recaudados únicamente en Estados Unidos, Canadá y Gran Bretaña.
No soy prisionero del pensamiento tradicional que consiste en decir que sólo se puede lograr un gran éxito con un gran presupuesto. Esta película de alguna manera ha cambiado la regla
, expresó.
Según informaciones no confirmadas, Hooper está ya trabajando en un nuevo proyecto con el guionista de El discurso del rey, David Seidler, sobre la vida de la intrépida exploradora inglesa del siglo XIX lady Hester Stanhope.