El fallo de la Suprema Corte al ex senador consideró testimonios del ex jefe de las AUC
No sólo recibió respaldo político, también se benefició económicamente, según testigos
Martes 22 de febrero de 2011, p. 31
Bogotá, 21 de febrero. Mario Uribe, ex senador y primo del ex presidente Álvaro Uribe, fue condenado este lunes por la Suprema Corte de Justicia de Colombia a una pena de siete años y medio de prisión por haber hecho pactos con grupos paramilitares, informó el máximo tribunal.
Uribe, quien presidió el Congreso de Colombia entre 2001 y 2002, hizo pactos con la organización armada Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), lo que permite demostrar la comisión del delito de concierto para delinquir
, reza la sentencia.
El ex senador fue acusado de pactar con grupos paramilitares de Antioquia, su región, para que presionaran a los votantes y conseguir su elección en el Senado en 2002.
La condena a Uribe implica una multa de 3 mil 481 millones de pesos, equivalente a un millón 800 mil dólares.
El político está detenido desde febrero de 2010, cuando la Suprema Corte ordenó su captura y asumió la investigación del caso por lo que la prensa y sociedad colombiana definen como el narcoparamilitarismo.
El ex congresista ya había sido arrestado en abril de 2008 por este caso, pero recobró la libertad cuatro meses después, por falta de pruebas de la fiscalía general.
En la condena emitida este lunes, la Suprema Corte colombiana tuvo en cuenta testimonios del ex jefe paramilitar de las AUC, Salvatore Mancuso, preso por narcotráfico en Estados Unidos, quien confirmó que Uribe recibió apoyo del grupo armado.
Jairo Castillo, alias Pitirry, otro paramilitar asilado en Canadá, dijo que Uribe no sólo recibió respaldo político, sino que aprovechó su proximidad con los paramilitares para comprar tierras a precios muy bajos en el departamento de Córdoba.
Además, Juan Carlos Sierra, alias El Tuso, un narcotraficante preso en Estados Unidos, afirmó en octubre pasado que fue amigo, protector y financiador de las campañas políticas
de Mario Uribe y aseguró que Santiago Uribe, hermano del ex presidente, estuvo relacionado con negocios de drogas
.
Un cable del Departamento de Estado revelado el domingo por Wikileaks, y publicado por el diario El Espectador, refirió que en medio de denuncias de nexos de políticos con paramilitares y narcotraficantes, Mario Uribe acudió en 2006 a la embajada estadunidense en Bogotá porque temía que se le retirase la visa a ese país.
Según otro cable de noviembre de 2006, la Organización de Estados Americanos (OEA) se mostró preocupada ese año por la posibilidad de que paramilitares desmovilizados crearan nuevos grupos criminales en Colombia.
El cable, publicado este lunes en la edición digital del diario El Espectador, refiere una reunión en la cual Sergio Caramagna, jefe de la misión de la OEA de apoyo al proceso de paz en Colombia, expresó al embajador estadunidense, William Wood, su preocupación por la eficiencia de los agentes de seguridad del Estado
para frenar la expansión de nuevos grupos criminales.
Entre 2003 y 2006 el gobierno de Álvaro Uribe adelantó un proceso en el cual se desmovilizaron unos 32 mil paramilitares que obtuvieron beneficios procesales a cambio de la confesión de crímenes y la reparación a las víctimas.
En tanto, Buenos Aires acogió desde el lunes un foro de líderes políticos y civiles que abogan por la paz en Colombia.
Haciendo la paz en Colombia contó en su sesión inaugural con la participación del argentino Adolfo Pérez Esquivel, premio Nobel de la Paz 1980; la ex senadora colombiana Piedad Córdoba, fundadora del colectivo Colombianas y Colombianos por la Paz, y el español Federico Mayor Zaragoza, ex director general de la Unesco y presidente de la Fundación Cultura de Paz.
En la sesión de este lunes, la legisladora mexicana Beatriz Paredes Rangel; la titular del Senado uruguayo, Lucía Topolansky, y el ex canciller argentino Jorge Taiana, entre otros, analizaron cómo la comunidad internacional puede aportar a la construcción de la paz en Colombia.