Carlos Montemayor González, El Charro, suegro de Édgar Valdez Villarreal, La Barbie, fue notificado de que tiene una orden de detención con fines provisionales de extradición a Estados Unidos, toda vez que ese gobierno abrió procesos penales en su contra.

El Charro está relacionado con la ejecución de 20 michoacanos en Guerrero, ocurrida en septiembre de 2010, y también con las operaciones de la organización que dirigía Valdez Villarreal, tanto en México como en Estados Unidos, principalmente en la zona de Guerrero, donde se disputaba el control del territorio con los que fueron sus socios y que forman parte del cártel independiente de Acapulco.

El Ministerio Público Federal dio a conocer que elementos de la Policía Federal Ministerial cumplimentaron la orden de detención provisional, lo que no significa que vaya a ser extraditado, sino el inicio del juicio para determinar si será entregado a las autoridades de Estados Unidos, lo que podría tardar al menos dos años.

El 26 de noviembre de 2010, el juez 15 de distrito, con sede en la ciudad de México, libró la orden de detención contra Montemayor González, quien enfrenta acusaciones en el estado de Georgia por su probable responsabilidad en los delitos de asociación delictuosa, contra la salud y lavado de dinero.

Según la PGR, el detenido es acusado de ser uno de los principales líderes de una organización dedicada al trasiego de dinero y cocaína hacia el país vecino.

Montemayor González fue detenido el 23 de noviembre del año pasado en la ciudad de México y durante el interrogatorio a que fue sometido por agentes federales, señaló que el levantón y la ejecución de 20 michoacanos fueron perpetrados por socios de su yerno Édgar Valdez Villarreal, porque “los confundieron con gente del cártel de La Familia” y pensaron que estaban entrando a la plaza.

Según la versión ofrecida por el director de la división antidrogas de la Policía Federal, Ramón Eduardo Pequeño García, Montemayor González había sido designado por La Barbie para que se hiciera cargo de las operaciones de la organización, cobrara las deudas que algunos narcotraficantes tenían con él y controlara las células que operan en Guerrero y Morelos, pero empezó a tener problemas con mandos inferiores y hubo rompimientos.