Viernes 4 de febrero de 2011, p. 30
Ginebra. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) reconoció este jueves que el alto desempleo y la falta de libertades fundamentales en Egipto desencadenaron el descontento del pueblo y provocaron la revuelta. Durante años, la OIT señaló la gravedad del déficit de empleos decentes en Egipto y otros países de esa región, recordó el director general del organismo, Juan Somavia. El fracaso en abordar la situación de forma eficaz, con todas las consecuencias en términos de pobreza y desequilibrios en el desarrollo, junto con las restricciones a las libertades, han desencadenado esta manifestación histórica de demanda popular
, anotó.