El fondista keniano Julius Kipyego Keter lamenta el racismo con que es tratado a veces en alguna competencia en estados del país, donde el público y algunos de los participantes les han dicho despectivamente vete pinche negro o gánenle a ese cabrón.

“Pero lo mío es la competencia, correr, no fijarme en lo que la gente me dice o la forma en la que algunos de mis amigos –como refiere de los competidores– me digan. Prefiero quedarme callado y escuchar”, dice mientras recuerda que es tal la cantidad de improperios que le dedican, que prefiere olvidarlos.

Desde hace poco más de una década varios africanos fueron invitados a México por su potencial y resistencia para ganar las pruebas de fondo, lo que se refleja en los resultados finales de maratones y medios maratones, además de algunas pruebas de 10 mil metros.

Creo que ganamos las competencias, pero si nos preparamos con todo. Tenemos resistencia, nos adaptamos a las condiciones de cualquier lugar porque en pocos países son tan extremosas como en África, pero la única ventaja real es que entrenamos fuerte, con verdadera entrega, refiere mientras sus ojos no dejan de moverse para mirar a su alrededor.

Lo que pasa –continúa– con algunos mexicanos es que a veces no se preparan de manera profesional y cuando llegan a la salida y ven a un grupo de africanos, siempre dicen uta, ya para qué compito, estos negros nos van a ganar, y otras formas de derrotarse antes de probar lo que pueden hacer.

El keniano, de 22 años, comenta que Juan Luis Barrios se ha convertido en uno de los principales rivales de los extranjeros en general, como lo demostró en octubre pasado cuando conquistó el medio maratón de Chihuahua (1:01.55 horas) con una nueva marca, además de romper la supremacía que durante 13 años habían impuesto los africanos.

Si todos los corredores se prepararan como Barrios, con esa mentalidad, con esas ganas, podríamos ir pensando en que nada tendríamos que hacer en México, porque sencillamente no podríamos triunfar como lo hemos hecho hasta ahora, expone con un dejo de contrariedad.

Con varios años de residencia en el país y recientemente en Bosque de Tlalpan de esta ciudad, Julius Kipyego no recuerda cuantas carreras ha ganado, pero de lo que sí tiene una idea clara es que 50 por ciento de las bolsas que ha cobrado las manda a Kenia, donde mantiene –junto con su familia– una escuela.

“Son como unos 200 niños y jóvenes que estudian y aprenden a hacer deportes en mi país. Nos dicen los Reyes, como Dioses a quienes trabajamos (corremos) en otros países y les mandamos dinero para que estudien, para que se inicien en el deporte. Creo que es lo menos que podemos hacer”, expresa con una leve sonrisa.

Al final, pareciera que para algunos competidores es más fácil echarle la culpa a los africanos de sus derrotas o es la justificación que necesitan por no triunfar.

Es como haber creado un mito alrededor de los africanos, pero la fórmula para romperlo es, como asegura el Julius Mexicano, apodo con el que lo conocen quienes lo quieren, y como lo demostró Barrios: con el trabajo fuerte, cotidiano, con el hambre de triunfo.

Julius Kipyego Keter participará en el Medio maratón de Guadalajara el próximo 20 de febrero, en el que también competirá Juan Luis Barrios, por lo que se espera un duelo de velocidad e inteligencia, anticipó el keniano.