Pumas vino de atrás para alcanzar a La Máquina y ambos tomaron un ritmo vertiginoso que terminó en igualada de 3-3, para el regocijo de las aficiones que intercambiaron más porras que insultos en el casi lleno estadio Azul.

No parecía que el cuadro universitario tuviera los argumentos para vencer la superioridad que estableció Cruz Azul tras los dos primeros tantos de Emanuel Villa y Horacio Cervantes, a los minutos 24 y 36. La garra salió hasta entrado el segundo tiempo, con dos de Juan Carlos Cacho (60 y 79) y uno de Darío Verón (72), pero Hugo Droguett empató al 82.

Como lo avizoró Gerardo Torrado, el encuentro entre felinos y cementeros fue espectáculo, casi los 90 minutos, como lo prometió el capitán, quien observó desde la banca el primer tiempo, que arrancó con una llegada amenazante de Cacho, que sin embargo no pudo concretar con un débil disparo por derecha.

Luego de soportar un poco de presión auriazul, el cuadro dirigido por Enrique Meza se concentró en el terreno de los visitantes, y tras un cobro de esquina de Droguett, Cervantes peinó el balón, y aunque el arquero Puma Alejandro Palacios logró ese rechace y otro ante un disparo inmediato de Waldo Ponce, ya no alcanzó el remate que quedó al alcance de Villa.

El partido fue tomando ritmo y las jugadas fuerza, tanto, que Fausto Pinto salió con un golpe en la cabeza al chocar con Javier Cortés. El mediocampista azul fue relevado por César Villaluz y pasaría la noche en un hospital –según reportó el propio Meza– para observación de rutina.

Tras el incidente, vino el descuido de Pumas, lo que aprovechó el defensa Horacio Cervantes, quien desbordó por la izquierda para disparar. El balón intentó ser desviado por Marco Palacios, pero lo único que logró fue disminuir su velocidad, mas no impidió el gol.

Al regreso del descanso, los cuadros no cedieron en la intensidad, y en medio de ese ritmo trepidante vinieron algunos cambios, encabezados por Francisco Palencia (58), en cuyo lugar ingresó el joven Carlos Orrantía.

Ni bien se acomodaba el canterano, cayó el 2-1, luego de una jugada que habría merecido penal sobre Martín Bravo cometido por Waldo Ponce. En la siguiente jugada, casi idéntica, el delantero argentino fue jalado de nuevo, esta vez alcanzó a centrar casi desde el córner hasta Cacho, quien remató por el centro.

El 2-2 se produjo con otro córner, de Leandro Augusto, que Verón prendió con la cabeza a la perfección, para picar el esférico hacia el poste izquierdo.

Pumas se volvió imparable. El mismo Cacho tiró desde media distancia y la pelota entró en el ángulo derecho para dejar helado a José de Jesús Corona.

Cruz Azul alcanzó a reaccionar y frenó al visitante con una jugada triangulada entre Cervantes, Villaluz y Droguett, que este último resolvió con un zurdazo raso (3-3).

Hasta los técnicos salieron satisfechos: Guillermo Vázquez, por la reacción destacable de Pumas, y Meza, por el mérito de Cruz Azul, pues teníamos todo para dejarnos perder.

Por otro lado, en la reunión de ayer en Ciudad Cooperativa Cruz Azul no se llegó a ningún acuerdo, pues la Asamblea General decidió aplazar la junta para dentro de dos o tres semanas.

Yo respeto la decisión de la Asamblea General; si decidieron aplazarla tal vez es porque quieran que sea más obvio lo que ya se ha demostrado (en torno al caso de Víctor Garcés, quien es culpado por malos manejos administrativos), pero sí me hubiera gustado que se hubiera tocado ese punto hoy, comentó visiblemente molesto Alfredo Álvarez.

En tanto, su hermano Guillermo Álvarez negó que la institución se encuentre al borde de la quiebra: Tenemos una economía sana, la información que ha salido en algunos medios fue un tanto temeraria y por parte de alguien que ni siquiera es un vocero oficial.