Se trata de una medida de prevención, señala Óscar Montes de Oca, titular de esa instancia
En lo que va del año se han detectado cinco casos en penales
Mujeres son enganchadas, dice
Viernes 21 de enero de 2011, p. 38
Ante el aumento de presos involucrados en extorsiones telefónicas y secuestros, la Fiscalía Antisecuestros de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) presentó una propuesta para que se tomen registros de voz de los internos de los reclusorios de la ciudad, así como de todas sus visitas, con el propósito de facilitar la identificación de presuntos responsables de dicho delito.
El titular de la citada instancia, Óscar Montes de Oca Rosales, explicó que se trata de una medida de prevención, la cual por el momento ya se aplica a los presuntos delincuentes que pasan por la fiscalía a su cargo.
Señaló que se analiza si es posible que las voces de las visitas de los internos también sean grabadas, para compararlas con las que se obtenga de las investigaciones por extorsión y/o secuestro, en caso de ser necesario.
Comentó que son las mujeres que visitan los centros de reclusión las que son enganchadas por los presos, con quienes mantienen una relación sentimental, y luego las convierten en cómplices en la comisión de delitos.
Tan sólo en lo que va del año la PGJDF ha dado cuenta de cinco casos de extorsión telefónica, en los que se tiene acreditada la participación de por lo menos un interno de algún reclusorio de la ciudad de México.
El más reciente es el de una empleada de la Contraloría General del Distrito Federal, quien recibió llamadas de un preso del Reclusorio Norte, identificado como Ricardo Ortega Castilla, para decirle: me contrataron para matarte, una mujer que te odia me ofreció 300 mil pesos
.
Luego de varios telefonemas, el sujeto, quien tenía información personal y de los movimientos de la víctima, y que decía tener a su mando a un grupo paramilitar
, pidió 150 mil pesos por no atentar contra la mujer.
En el intento de extorsión también participaron Claudia Tzatzis Nava López, también empleada de la Contraloría capitalina, quien para darle un susto
a la víctima proporcionó la información sobre su compañera de trabajo a Eduardo Bernal Fernández y Jessica Nava González, detenidos cuando pretendían cobrar el dinero.
Los detenidos fueron consignados al Reclusorio Oriente y al penal femenil de Santa Martha Acatitla, respectivamente; mientras que Ortega Castilla fue trasladado a un módulo de seguridad conocido como zona diamante
, ubicado en el Centro Varonil de Readaptación Social, también ubicado en el perímetro de la delegación Iztapalapa.