Con un decreto firmado por el presidente Felipe Calderón y nueve integrantes de su gabinete, se reformó y adicionó el reglamento de la Ley General de Población para avanzar en la expedición de la cédula de identidad, con características biométricas, que incluirá a todos los mexicanos: menores y adultos, así como a extranjeros residentes en el país.

El tema no tiene trasfondo electoral. El decreto es un marco legal para construir una base de datos cuya confidencialidad está garantizada, no sólo por elementos técnicos (que impiden su violación) sino con la aplicación de controles de confianza al personal que tenga acceso a esa información, aseguró el subsecretario de Asuntos Jurídicos y Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Felipe de Jesús Zamora.

En entrevista, dijo que continúa la negociación con el Instituto Federal Electoral (IFE) y con legisladores para definir el destino de la cédula para adultos; en tanto, la dependencia se limitará a expedir cédulas para menores.

Sin embargo, no se sabe lo que ocurrirá durante los próximos cinco años. El segundo transitorio del decreto menciona que durante ese periodo el Registro Nacional de Población podrá registrar mexicanos y mexicanas que hayan cumplido 18 años de edad y expedir la cédula de identidad ciudadana, sin necesidad de contar con la información a la que se refiere la fracción II del artículo 62 del presente reglamento, es decir, deberán ser emitidos documentos de identidad (cuya base de datos tendrá Gobernación) incluso sin registro del iris.

Los cambios al reglamento de la ley entran en vigor este jueves, pese a que en días recientes la Comisión Permanente del Congreso instó a Gobernación a suspender el inicio de este proceso, programado para el próximo lunes en seis entidades del país, para expedir cédulas a menores de entre cuatro y 17 años de edad.

Zamora respondió que el programa inicia únicamente con menores y que los cimientos jurídicos para la eventual incorporación de datos biométricos a los registros de la población no es asunto intrusivo; por el contrario, aseveró, es voluntario y será benéfico para la gente.

Por su parte, los consejeros electorales calificaron de lamentable que el Ejecutivo esté resolviendo el asunto por la puerta de atrás. Advirtieron que una decisión unilateral que concluya con la emisión de cédulas para adultos afectará el padrón electoral y la participación ciudadana en los comicios, en particular en los de 2012.

Este jueves los consejeros emitirán un posicionamiento al respecto y lamentaron que Gobernación no respete los acuerdos de 2009 y 2010 para avanzar sólo con base en consensos y, en cambio, adopte determinaciones sustentado en decretos.

Canek Vázquez, presidente del grupo especial de la Cámara de Diputados para analizar el tema de la cédula de identidad, manifestó sorpresa por el decreto. “Acabamos de aprobar un punto de acuerdo para exhortar a Gobernación a suspender la expedición de la cédula y nos encontramos con un decreto. Esto es un doble albazo del Ejecutivo. Definitivamente le gana el sentido autoritario”, expresó el legislador.

El decreto precisa que los registros tendrán fotografía, huellas dactilares, imágenes del iris y firma del ciudadano. Señala que para el Registro Nacional de Ciudadanos (que existe desde 1997) ahora se incluirán los datos biométricos, en una primera etapa para los menores de edad.

Por la noche, en un boletín, la Secretaría de Gobernación justificó la inclusión de datos biométricos en los registros de población. Argumentó que el desarrollo tecnológico está evolucionando hacia formas más seguras de identificación. Mientras nuestro país avanza hacia ese futuro, en este momento de transición, el Estado mexicano cumple también con el principio de proporcionalidad de los datos personales, al considerar que éstos son adecuados, pertinentes y no excesivos en relación con el fin para el que se recaban.