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La policía del segundo municipio tiene identificados cuatro puntos rojos donde operan

Atracadores de centroamericanos brincan entre Tapanatepec y Chahuites para evadir detención

Abusos y secuestros, cometidos por personas con uniformes de la Policía Federal, señalan pobladores

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Migrantes centroamericanos toman un respiro en albergue de Chahuites, Oaxaca, en días pasadosFoto Reuters
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Periódico La Jornada
Miércoles 19 de enero de 2011, p. 20

Chahuites, Oax., 18 de enero. Cuarenta indocumentados centroamericanos fueron secuestrados aquí en diciembre, aunque las autoridades del municipio argumentan que ese episodio no ocurrió en su territorio, sino en el del vecino Tapanatepec, pero las extorsiones ocurren en uno y otro lado. Y, con el argumento de la jurisdicción, ninguna autoridad investiga el caso, esperando que se olvide con el tiempo.

El tren que sale de Arriaga y llega hasta Tamaulipas, conocido como La Bestia, cruza ambos municipios, y un sector de la comunidad y el alcalde Ahuitzol Castillo Martínez llevaron a diputados del PRI al paraje conocido como La Obra, una plataforma de cemento donde la máquina reduce la velocidad.

Ahí el 16 de diciembre los migrantes fueron bajados de los vagones por un grupo armado. Se trata de un sitio aislado –aun cuando a 50 metros se encuentra el rancho La Esperanza– y en el que ocurren frecuentes asaltos y violaciones.

Ese espacio, que alguna vez ocuparon instalaciones de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, de la Comisión Federal de Electricidad y silos de cemento, se encuentra a un kilómetro de Chahuites, que literalmente está dentro de Tapanatepec.

Pobladores denunciaron que los abusos y secuestros son perpetrados por personas vestidas con uniformes de la Policía Federal, a la que atribuyen la desaparición de los 40 indocumentados.

Por ahí, en El Silbato, una madrugada de julio que llovía, los federales tenían a los indocumentados en el lodo. Avisamos al Ejército y se los quitó. Hubo balazos, pero los militares desarmaron a los policías, narró una vecina del lugar.

El Silbato es el lugar que, al sur, marca el límite con Tapanatepec, y si la policía municipal de Chahuites llega cuando los presuntos federales o delincuentes asaltan a los centroamericanos, se pasan al otro municipio.

Los diputados priístas Jorge González Ilescas, Emilio Mendoza Kaplan y Heriberto Ambrosio Cipriano hicieron hoy un nuevo recorrido por la ruta de migrantes, acompañados de la cónsul de El Salvador en Arriaga, Vilma Mendoza. En una reunión pública en el corredor del ayuntamiento, el edil perredista afirmó que las agresiones a migrantes son situaciones aisladas.

Chauites, dijo, vive en paz, en tranquilidad. Los chauiteños les brindan a los externos (sic) su solidaridad, una agua, un taco, una moneda...

Vilma Mendoza resaltó que los pobladores les acercan comida y arrojan botellas de agua al paso del tren. Es cierto, me consta que son casos aislados. No es la regla general. La mayoría de los migrantes son de buena fe, pero también hay quienes hacen daño a su propia gente, pero ya están identificados, expresó.

González Ilescas refirió que, de acuerdo con los testimonios recabados en dos días de recorrido, señalan que es el crimen organizado y no el delincuente ocasional el responsable de los secuestros y abusos.

Son bandas trasnacionales. Y no queremos que esto se dé en Oaxaca, que se vuelva a repetir. Los oaxaqueños somos buenos. Y como diputados queremos construir condiciones para que las alcaldías puedan contribuir en la solución del problema, declaró.

Modesto Valencia, coordinador de ecología del ayuntamiento, quiso resaltar la indignación de los chahuiteños porque se insista que fue en su comunidad donde ocurrió el secuestro masivo. Que eso se difunda es una mala noticia, porque ¡eso nunca, nunca sucedió!

Pero las mujeres que se sumaron al recorrido afirman lo contrario. Pasando El Silbato, la madrugada del 27 de diciembre, silbó el tren y despuecito se oyó la balacera, dijo una de ellas.

La máquina 560 pasó hoy por Chahuites a la una y media de la tarde, con casi 150 centroamericanos trepados en el techo. ¡Un lonche! ¿No traen un lonche? ¡Agua, agua!, pedían.

La policía municipal tiene identificados cuatro puntos rojos, desde que el tren cruza Arriaga y entra a Chahuites: La Tembladera, El Escopetazo, El Basurero y El Andén (o La Obra). Hoy, al menos, el reporte fue sin novedad.