Los sicarios están ligados a organizaciones criminales, dice
Miércoles 19 de enero de 2011, p. 40
La Procuraduría General de la República (PGR) atrajo la investigación en torno a los tres sicarios que presuntamente ejecutaron a cuatro narcomenudistas en la delegación Tlalpan –a uno además lo decapitaron–, y junto a sus víctimas dejaron mensajes firmados por La mano con ojos
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La Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) informó que puso a disposición de la dependencia federal a Margarito Trujillo Cárdenas, El M-50 o El Marino; Armando Antonio Radilla Benítez, El X2, y Luis Antonio González Pedroza, así como los expedientes, objetos, armas y vehículos ligados a los citados asesinatos.
La dependencia local explicó que la PGR decidió ejercer su facultad de atracción en virtud de que los probables responsables se encuentran vinculados con organizaciones delictivas dedicadas al narcotráfico.
En sus declaraciones ante el Ministerio Público local, Radilla Benítez dijo haber tenido nexos con el cártel de los Beltrán Leyva; Trujillo Cárdenas aseguró haber pertenecido a la Marina de Estados Unidos, versión que no se ha confirmado.
El M-50 y El X2 fueron detenidos el pasado 2 de enero, cuando intentaron liberar a González Pedroza, detenido horas antes cuando conducía una camioneta con reporte de robo en el estado de México, en cuyo interior llevaba una mochila con dos pasamontañas, un bastón retráctil, una motosierra, dos guantes, siete teléfonos celulares –uno Nextel– y una libreta con recados.
Según las declaraciones de los acusados, recibían entre 30 mil y 40 mil pesos mensuales por ejecutar a narcomenudistas, como parte de la disputa de la venta de estupefacientes en la delegación Tlalpan. Asimismo, dijeron ser originarios de Guerrero y Morelos y que llegaban al Distrito Federal exclusivamente a cometer los homicidios.
Trujillo Cárdenas dijo ante las autoridades locales que la orden para realizar las ejecuciones las recibían de un sujeto al que sólo conocen como El C1, y lo hacían por teléfono. Asimismo, El M-50 señaló que hizo labores de vigilancia en la casa de la familia Sánchez Pérez, antes y después de que cinco de sus integrantes fueran asesinados el 5 de octubre de 2009, en la zona del Ajusco.