Carlos Hinojosa da a conocer manual que reúne tratados históricos
Posible, ejecutar la música antigua según los cánones de su época
Domingo 16 de enero de 2011, p. 4
Ahora es posible conocer de forma fehaciente cómo era la interpretación musical en México, y muy probablemente en Europa, desde el siglo XVI y hasta las primeras décadas del XIX.
Lo anterior, gracias al musicólogo y cantante Carlos Hinojosa, quien durante más de 30 años buscó, analizó y tradujo esos fundamentos en diversos tratados musicales escritos por autores europeos entre 1535 y finales del siglo XVIII.
La piedra angular de ese exhaustivo trabajo fue, sin embargo, el hallazgo y posterior estudio de un manuscrito elaborado en el México colonial que es copia fiel de un manual de canto publicado en 1799 por el español Miguel Lopes Remacha, en Madrid.
Una vez recopilados y ordenados todos esos conocimientos, el también docente decidió difundirlos en lo que, sostiene, es el primer tratado para ejecutar música antigua publicado en el mundo hispanoparlante.
Se trata del libro El tratado de canto de Miguel Lopes Remacha copiado en Puebla en 1816 y sus antecedentes técnicos y estilísticos, editado por la Escuela de Artes de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, el cual será presentado la semana próxima en ese centro educativo.
De acuerdo con Carlos Hinojosa, la existencia de ese manual español de canto y de su copia mexicana son de capital importancia para la historia de la música, pues no sólo es el único tratado de su tipo encontrado hasta la fecha en territorio nacional, sino que da cuenta de cómo era la ejecución musical desde el siglo XVI hasta la primera parte del XIX, por lo menos en nuestro país y España.
Hasta ahora representa el único tratado musical que se ha encontrado desde la Conquista hasta esa fecha, que contiene referencias y explicaciones referentes al estilo y la técnica en la ejecución musical que se practicaba en México
, explica en entrevista.
“La óptica con que he abordado la edición de este manuscrito no es la tradicional que se hace desde un punto de vista musicológico-teórico-histórico, sino desde una perspectiva práctica, pues el texto es propicio para esto, ya que llena un vacío, y porque se realizó en una época en la que se carecía de tratados, tanto en Europa como en México.
“Por tanto, resulta especialmente valioso, pues nos presenta la que pudo haber sido la manera de interpretar la música en esa época, en la que se constata que los conceptos de interpretación, así como los principios de ejecución barrocos –y que pueden remontarse hasta el Renacimiento– estaban perfectamente vigentes.”
El musicólogo afirma que en el manual de Lopes Remacha puede constatarse cómo el autor consultó y se basó en los tratados escritos por sus predecesores.
Además de que nunca descalifica a sus colegas, subraya, el maestro español hace patente en su texto la vigencia y continuidad en el estilo de interpretación de épocas anteriores.
No sólo menciona los mismos conceptos, sino que, incluso, hace citas textuales de autores anteriores. Así, mediante las referencias de Pablo Nassarre (1723), se llega hasta Juan Bermudo (1555); vía Pedro Cerone (1613) se llega hasta Lodovico Zacconi (1592) y Tomás de Santamaría (1565), y por medio de Juan Jacobo Rosseau (1775) se llega a Pierfrancesco Tosi e incluso a Giulio Caccini (1601) y Giovanni Battista Maffei (1563). Todo, insisto, desde el punto de vista de la interpretación práctica.
Carlos Hinojosa aclara que la copia del tratado de Lopes Remacha fue elaborada en 1816, en Puebla, y su hallazgo se remonta a 1997, en la Biblioteca Sutro, de San Francisco, Estados Unidos, a cargo del musicólogo John Koegel, como parte de un paquete de cuatro manuscritos musicales antiguos realizados en México.
Hasta donde se tiene noticia, es la única copia existente de ese manual de canto, si bien el investigador mexicano ha podido localizar dos ejemplares del original: uno en la Biblioteca Sutro y el otro en la Biblioteca Nacional de España.
Detrás de El tratado de canto de Miguel Lopes Remacha copiado en Puebla en 1816 y sus antecedentes técnicos y estilísticos existe plena intención pedagógica de su autor, pues, a su decir, hacía falta un tratado en idioma español en el que se dé cuenta de los fundamentos para ejecutar la música antigua.
Hay muchos mitos en torno de los tratados. Principalmente se les crítica por ser difíciles de entender, y que si uno toca de acuerdo a ellos la interpretación se vuelve aburrida y acartonada, lo cual es falso
, dice.
Hay que voltear la situación y preguntarse si los intérpretes los han leído, ya que si uno los lee con cuidado, puede darse cuenta de que todos los tratadistas insisten en la necesidad expresiva y de transmitir. En la música antigua hay métodos que dicen cómo tocar, porque el estilo no depende de cosas estéticas, sino de principios filosóficos; la música debe conmover al alma.