Son responsables de cuatro ejecuciones en diciembre pasado, dice Miguel Ángel Mancera
Recibían entre 30 mil y 40 mil pesos mensuales por ultimar a narcomenudistas
Trabajaban para un grupo criminal que opera en Morelos y Guerrero
Por el momento están bajo arraigo
Miércoles 12 de enero de 2011, p. 32
Los tres detenidos en la delegación Tlalpan que protagonizaron un zafarrancho en la agencia 23 del Ministerio Público resultaron ser sicarios al servicio de narcotraficantes, incluso uno dijo haber tenido nexos con el cártel de los Beltrán Leyva, informó la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF).
En conferencia de prensa, el titular de la dependencia, Miguel Ángel Mancera Espinosa, confirmó que Margarito Trujillo Cárdenas, El M-50; Armando Antonio Radilla Benitez, El X2, y Luis Antonio González Pedroza, El Chapín, son responsables de cuatro ejecuciones perpetradas en diciembre pasado en la citada demarcación, entre ellas la de un hombre que fue decapitado.
Agregó que según las declaraciones de los implicados recibían entre 30 mil y 40 mil pesos mensuales, por asesinar a narcomenudistas por encargo de un grupo del crimen organizado que opera en Guerrero y Morelos, que se disputa el control de la venta de drogas en Tlalpan, y que tenían la orden de dejar mensajes con la leyenda La mano con ojos.
Lo que ellos dicen es que tienen un jefe, una persona que les llama y les dice quién está vendiendo (drogas)
, dijo el funcionario, aunque, precisó, Radilla Benitez dijo haber tenido contacto con el grupo de los Beltrán Leyva.
Además, Trujillo Cárdenas está relacionado con el homicidio de cinco integrantes de la familia Sánchez Pérez, perpetrado el pasado 5 de octubre en la zona del Ajusco, quienes presuntamente se dedicaban al narcomenudeo.
El M-50 y El X2 fueron detenidos el pasado 2 de enero, cuando intentaron liberar a González Pedroza, detenido horas antes cuando conducía una camioneta con reporte de robo en el estado de México y en la que llevaba una mochila con dos pasamontañas, un bastón retráctil, una motosierra, dos guantes, siete teléfonos celulares –uno nextel– y una libreta con recados.
Según la investigación de la PGJDF, los dos primeros, quienes ofrecieron 500 mil pesos a los policías que los aprehendieron para que los dejaran en libertad, tienen su residencia en Guerrero y Morelos y venían al DF exclusivamente a cometer los homicidios, pues tenían la orden de matar a quienes estaban distribuyendo (drogas) en una zona que no les correspondía
.
Uno de los homicidios que se le imputan fue el de Luis Alberto Hernández Ramírez, ocurrido el pasado 28 de diciembre. La cabeza de la víctima fue abandonada sobre un mensaje que dejaron en el toldo de un vehículo estacionado en calles de la colonia Tepeximilpa.
Según los peritajes de la PGJDF, fue decapitado por Radilla Benitez con la motosierra que se le encontró a González Pedroza, luego de que Trujillo Cárdenas le disparó en la cara, además de que el primero escribió el mensaje firmado por La mano con ojos.
Las otras tres ejecuciones fueron cometidas la noche del pasado 22 de diciembre, dos en calles de la colonia Isidro Fabela y la otra en el Pedregal de San Nicolás. Los presuntos sicarios se encuentran arraigados y la PGJDF informará a las autoridades federales de los antecedentes de estos sujetos.