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Usan la Casa Mota para oficinas de la Legislatura de Querétaro

Alteran patrimonio cultural de la humanidad por orden de diputados
Corresponsal
Periódico La Jornada
Lunes 10 de enero de 2011, p. 28

Querétaro, Qro., 9 de enero. Diputados locales dispusieron entre 2000 y 2009 alterar el diseño original de los interiores del inmueble conocido como Casa Mota –registrado en el catálogo de monumentos considerados patrimonio cultural de la humanidad–, que incluye una capilla pintada por Diego Rivera.

La Casa Mota se ubica en la calle Madero, en el centro histórico de esta capital. Durante la 53 legislatura estatal (2000-2003), los diputados rentaron el inmueble como sede alterna a su edificio, ubicado en la calle 5 de Mayo, también en el centro, que era insuficiente para las 25 oficinas de los legisladores y del personal que labora en el Congreso local.

Al ocupar la Casa Mota, algunos diputados ordenaron colocar tapancos para formar dos niveles en sus oficinas. Otros pidieron colocar ventanas y puertas o pintaron las habitaciones con colores que contrastan con el estilo arquitectónico.

Por ejemplo, la oficina que Martín Mendoza Villa, del Partido de la Revolución Democrática (PRD), ocupó en la 54 legislatura local, y actualmente usa la diputada Blanca Pérez Buenrostro, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), se dividió con tablarroca para dar espacio a una secretaria, así como a los auxiliares y asesores, en un segundo nivel hecho con tapancos y herrería.

En la oficina del diputado local Jesús Llamas Contreras, del PRI, hay una puerta de madera que es parte de la estructura original, pero dentro hay una pared de tablarroca con una ventana y otra puerta que da acceso a la oficina del legislador.

La historia

Los terrenos donde se ubica la Casa Mota eran parte del colegio de San Francisco, que en el siglo XVII abarcaba hasta las actuales calles Hidalgo y Madero. Los predios eran de Diego de Tapia, hijo de Fernando de Tapia, entonces gobernador vitalicio de Querétaro.

Según el historiador Jaime Zúñiga Burgos, la zona donde se encuentra la Casa Mota era de cierta exclusividad debido a su cercanía con la vivienda de Paula Guerrero,conocida como La Marquesa. Actualmente hay un hotel sobre la calle Madero, a una cuadra de la sede del Poder Legislativo.

Zúñiga Burgos explica que la Casa Mota perteneció desde 1870 a Amado Mota, arriero que fue miembro del grupo del general Tomás Mejía (defensor del imperio de Maximiliano de Habsburgo). Con el tiempo el inmueble cambió de propietarios. Fue palacio de gobierno, la Casa del Agrarista y Palacio Nacional en 1916, durante el gobierno de Saturnino Osornio (1931-1935).

El inmueble es de estilo clásico francés art noveau que se caracteriza por el lujo: tiene pinturas y decoraciones en paredes y techo, así como molduras de hierro y bronce con formas de garras y dragones en los barandales.

En la época posrevolucionaria, Diego Rivera pintó la capilla.

El director de administración de la 56 legislatura local, Salvador Plaza Leal, dijo desconocer el nombre del actual dueño de la Casa Mota, quien recibe 127 mil 500 pesos mensuales de renta.

Plaza Leal indicó que el contrato de arrendamiento estipula que ninguna persona puede ingresar a la capilla decorada por Diego Rivera. Dijo que no conoce esa parte del inmueble y que tampoco tiene llaves.

Rechazó que la estructura original se haya alterado. Los tapancos, tarimas y otros añadidos que los diputados ordenaron para sus oficinas desde la 53 legislatura están dentro de la casa, no fuera, alegó.

Reconoció que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) no dio autorización para remodelar las oficinas. Mencionó que el área donde se encuentra la Dirección Administrativa, de Recursos Humanos y Materiales de la 56 legislatura es de reciente creación, pero aseguró que los actuales legisladores no han modofocado el interior.

El delegado del INAH, Daniel Ernesto Sernas Zepeda, dijo desconocer si hubo supervisión en la Casa Mota, porque llegó al cargo en enero de 2009, y las modificaciones realizadas al interior del inmueble se hicieron en años anteriores.

Añadió que su función no es llegar, poner sellos y clausurar, sino asesorar sobre el adecuado mantenimiento del inmueble. Además, hay arquitectos del INAH responsables de distintas zona del centro histórico, dijo.