En el libro infantil sin texto, Caca grande, dos gotas, una amarilla y otra cobriza, se desprenden de un avión en pleno vuelo y caen sobre la tierra donde empiezan a recorrer un mundo fantástico, donde cambian su significado.

Caca grande, con dibujos del artista visual Carlos Amorales, es el primer volumen de Lampyro, proyecto editorial especializado de Blok Design y Editorial RM, que consiste en la publicación de libros originales de alta calidad para niños, pequeños y no tanto.

Los colaboradores de Lampyro no sólo son artistas visuales, sino también arquitectos, compositores y cineastas. Para futuras ediciones se mencionan colaboraciones de Francis Alÿs, Liam Gillick, Herzog y de Meuron, Robert Staedler, Melanie Smith, Marcel Dzama, Pipilotti Rist y Sanaa, entre muchos otros. Los curadores del proyecto son Patrick Charpenel y Ana Elena Mallet.

Para Amorales, Caca grande es un cuento visual basado en un tema que no es políticamente correcto para niños, porque se supone que no deben jugar con eso, pero les da risa y les gusta. En este relato lírico, muy ligero, el par de gotas a veces parecen bolsas de dinero, o pequeños globos de los que se usan en las caricaturas cuando los personajes hablan, o frutos colgados de un árbol o globos aerostáticos, o sencillamente caca. El cuento es como un juego formalista para niños, de cómo interpretar una misma forma y cómo éstas adquieren diferentes significados.

Una de las ilustraciones de Caca grande

En el volumen, las dos gotas alternan con los elementos habituales de Amorales: “Saqué mi archivo de dibujos –aviones, bosques, animales, monstruos, pájaros– que normalmente utilizo para trabajos, por decir, más serios, o que pensamos más dentro de un discurso artístico”. (El archivo de Amorales consta de alrededor de 3 mil dibujos que parten de material fotográfico, y de los que se genera todo su trabajo.) El proyecto, dice: “me permitió reírme un poco de mi propio trabajo; me gustó el resultado, porque es muy ligero. Es como no tomarse tan en serio.

El libro tiene su lado irónico y, por tanto, más de adulto, al jugar con el concepto del caca grande y quién cree serlo, algo que a los niños no les importa. Este tomo amoroso está dedicado a los dos pequeños hijos del artista, de allí también la idea del par de gotas. Incluso, Amorales les enseñó la primera copia del libro para ver su reacción, la cual, por fortuna, fue positiva.