Washington, 6 de enero. El Departamento de Transporte de Estados Unidos presentó una propuesta por etapas para restablecer la circulación de camiones mexicanos –suspendida en 2009– que prioriza la seguridad y satisface las obligaciones internacionales de Estados Unidos.

La iniciativa fue bien recibida por el gobierno mexicano, luego de que fue anunciada telefónicamente a los secretarios de Economía y de Comunicaciones y Transportes, Bruno Ferrari y Juan Molinar, por sus contrapartes estadunidenses Ron Kirk y Ray LaHooh, representante comercial y secretario del Departamento de Transporte, quienes los convocaron a dialogar para solucionar el conflicto.

El gobierno de México le da la bienvenida a este primer paso que ha dado la administración del presidente Barack Obama, en cumplimiento al compromiso de apertura acordado hace 17 años con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), informó la Secretaría de Economía en un comunicado difundido anoche.

La dependencia aclaró que las autoridades mexicanas estudiarán con cuidado la propuesta y tienen gran interés en concretar un sistema de transporte transfronterizo ágil, eficiente y que abarque todo el territorio estadunidense, pues recordó que 70 por ciento de los mil millones de dólares a los que asciende el comercio diario entre ambas naciones se realiza por vía terrestre.

El proyecto del gobierno de Obama plantea que las empresas que quieran enviar camiones a Estados Unidos deberán solicitar una autorización para participar el programa transfronterizo.

El plan incluye la realización de investigaciones por parte de los departamentos de Seguridad Nacional y de Justicia, que revisarán los datos particulares de los conductores empleados por los solicitantes.

Antes de obtener el permiso para circular por Estados Unidos los camiones deberán someterse a una auditoría de seguridad que incluye la revisión de sistemas para el mantenimiento de las empresas contratantes y de los registros de conducir de los empleados que vayan a circular en territorio estadunidense.

La iniciativa prevé también la inspección de cada vehículo propuesto para participar en el programa y constatar que cumplan con los estándares de emisiones de la Agencia de Protección Ambiental de aquel país.

Los conductores que atraviesen la frontera deberán presentar un examen de inglés y otro sobre las normas de tráfico estadunidenses, además de someterse a una revisión de posibles antecedentes por accidentes viales.

El llamado documento conceptual inicial servirá como base para negociar un compromiso para terminar con la disputa por la cancelación en 2009 del programa piloto que permitía el ingreso de camiones mexicanos a Estados Unidos –iniciado en 2007– acordado en el TLCAN.

El Congreso de Estados Unidos, en ese entonces dominado por el Partido Demócrata, adujo que los camiones mexicanos violaban estándares de seguridad estadunidenses. En respuesta, el gobierno de México aumentó los impuestos para importar casi un centenar de productos industriales y agrícolas.

Si bien productores y agricultores están muy interesados por una solución sobre el particular, ya que les significaría una reducción de costos, la medida podría no recibir el apoyo de algunos sindicatos estadunidenses que se han mostrado reacios a la presencia de camiones mexicanos por temor a la pérdida de empleos.

Actualmente, los camiones de México descargan los productos cerca de la frontera, donde los camiones estadunidenses los cargan y los transportan a su territorio.

Tras conocerse la nueva propuesta, el subsecretario de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes de México, Humberto Treviño, la calificó de punto de arranque importantísimo y señaló que los aranceles impuestos en represalia a algunos productos de Estados Unidos podrían ser retirados cuando se alcance un acuerdo.