La histórica plaza Gómez Farías, en la colonia San Juan Mixcoac, ubicada frente a la casona donde el premio Nobel de Literatura Octavio Paz vivió su infancia y adolescencia, será remozada como fruto de la iniciativa de vecinos y académicos del Instituto Mora, quienes acudieron a diferentes instancias gubernamentales para denunciar el deterioro de ese espacio público. Después de un año de gestiones, la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ADF) etiquetó 5 millones de pesos en el presupuesto de egresos 2011 para el mantenimiento de esta plaza pública.

Mixcoac es ahora un suburbio más bien feo de la ciudad de México, escribió Octavio Paz en un texto autobiográfico en 1994. Cuando yo era niño era un verdadero pueblo. El barrio en el que yo vivía se llamaba San Juan y la iglesia, una de las más viejas de la zona, era del siglo XVI, según describe el escritor el sitio donde comenzó a residir a causa del movimiento revolucionario: la casa de su abuelo paterno, Irineo Paz.

La casona del abuelo del autor del Laberinto de la soledad permanece en el extremo sur del jardín público, localizado en la intersección de la calle nombrada en su honor y la calle Augusto Rodin. Al norte se encuentra la casa que habitó sus últimos años el presidente liberal Valentín Gómez Farías, y donde permanecieron sus restos hasta 1933, cuando fueron trasladados a la Rotonda de las Personas Ilustres. Hoy es sede del Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora. En el lado este se encuentra el templo de San Juan Evangelista, construido en el siglo XVI, al que Paz refiere en sus memorias.

Octavio Paz, único mexicano galardonado con el Nobel de Literatura, vivió ahí durante su niñez; diariamente cruzaba los jardines de la plaza, forjando su identidad, donde escribió sus primeros versos y del que él mismo dejó memoria con su pluma en el texto Octavio Paz por él mismo: 1914-1924: Yo no nací en Mixcoac, pero allá viví durante toda mi niñez y buena parte de mi juventud. Apenas tenía unos meses de edad cuando los azares de la Revolución nos obligaron a dejar la ciudad de México; mi padre se unió en el sur al movimiento de Zapata mientras mi madre se refugió, conmigo, en la vieja casa de mi abuelo paterno, Irineo Paz, patriarca de la familia.

En el punto de acuerdo enviado por el diputado local Fernando Rodríguez Doval, en el que se propone la asignación presupuestal, se subraya los valores histórico y el turístico, que la secretaría del Gobierno del Distrito Federal (GDF) de ese rubro le ha asignado, así como la importancia para residentes y comunidad universitaria aledañas al sitio localizado en la delegación Benito Juárez.

Asimismo, se enuncian los problemas de deterioro urbano: la fuente no funciona, banquetas y adoquín presentan hendiduras, así como bancas maltratadas. Sobresale la mención de siete puestos ambulantes, que además de dañar la imagen urbana utilizan tanques de gas con insuficiente precaución, lo cual es un riesgo latente, además de la generación de basura que produce fauna nociva, como ratas, y malos olores.

Leticia Calderón Chelius, investigadora del Instituto Mora y quien ha encabezado las gestiones, expone que desde hace un año comenzaron el recorrido por diferentes dependencias para solicitar la dignificación de la plaza: la delegación Benito Juárez, la Secretaría de Salud del GDF y a la subsecretaría de Políticas Públicas, atrapados entre dos frentes políticos. Finalmente, el diputado Rodríguez Doval llevó la petición a la ALDF, donde el pasado 21 de diciembre se aprobó el presupuesto para el remozamiento de la plaza histórica.

Además del valor histórico del lugar, Calderón Chelius enfatiza la lucha ciudadana, de una clase media, por lo general apática, que superó el miedo a participar y se organizó para dignificar un espacio común. De acuerdo con la experiencia, las redes sociales fueron fundamentales para lograr que se le asignara presupuesto al remozamiento de la plaza, y destaca que a pesar de las disputa entre los dos partidos que gobiernan la demarcación, ganó el valor de la democracia, según sus palabras.

Ahora que la ALDF etiquetó el presupuesto para el remozamiento de la Plaza Valentín Gómez Farías, la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda es la encargada de realizar los trabajos. Aunque el financiamiento es importante, se requiere de oficio político para regularizar el funcionamiento de los vendedores, de franeleros y el uso de suelo, que en un futuro esperan sea declarado sitio histórico, popular y de la memoria, comentó la jefa del Área de Sociología Política y Económica del Instituto Mora.

Los vecinos del área planean que en un año, cuando se haya realizado la dignificación de la plaza, se realice un acto en memoria de Octavio Paz, además de poner una placa que mencione la relación del poeta, ensayista y diplomático con la plaza recuperada en su esplendor, como la que recordaba Paz de su infancia, cuando había algunos grandes jardines, porque a finales del diecinueve Mixcoac era un lugar de recreo de la burguesía capitalina.