Un nuevo cierre a la circulación vehicular ocurrió ayer sin aviso previo. Trabajadores encargados de la construcción de la línea 3 del Metrobús impidieron el paso en los dos carriles de extrema derecha de la calle de Colima hacia Álvaro Obregón.

Los automovilistas tuvieron que continuar por el segundo carril de la izquierda y hacerlo en sólo un carril con el riesgo de encontrarse de frente con micros y autobuses de la Ruta 1 que circulan en contraflujo hacia Tenayuca, lo que provocó algunos choques, al querer ganar el paso a los vehículos que circulaban de poniente a oriente.

La falta de elementos policiacos en la zona provocó un nudo vial y los peatones tuvieron que correr entre los vehículos para cruzar la avenida, entre insultos y claxonazos, aun cuando no se avanzaba más de allá de cinco kilómetros por hora. De por sí atravesar Cuauhtémoc, del cruce de avenida Chapultepec a Viaducto, te lleva 40 minutos, hoy fue más de una hora, por el cierre de este tramo, comentó un grupo de trabajadores, quienes llegaron tarde a su comida de fin de año.

Dicho congestionamiento provocó que varios taxistas quedaran atrapados sin pasaje entre el tráfico, ya que muchos usuarios continuaron su camino a pie, pues el taxímetro no dejaba de marcar y sólo avanzar una cuadra eran ya cinco pesos y todo porque el gobierno cree que todos estamos de vacaciones, como su gente, y no. Tenemos que salir de nuestras casas a trabajar o hacer compras, afirmaron Claudia Flores y Adrián Ramos, quienes tuvieron que correr para llegar a una cita laboral.