De los más de cinco mil jóvenes en conflicto con la ley que atiende la Dirección Ejecutiva de Tratamiento para Menores (DETM) del Distrito Federal, 33 por ciento tienen 18 años o más, según las cifras de la misma dependencia.

Lo anterior, explicó Cynthia Rosas Rodríguez, directora de la Comunidad de Diagnóstico Integral para Adolescentes, se debe a que los internos cumplen la mayoría de edad cuando están compurgando su sentencia.

Además se dan casos de que una persona mayor de 18 años es detenida por un delito cometido cuando aún era menor de edad, y por ley se le debe dar el mismo tratamiento que a un adolescente en conflicto con la ley.

De esta manera, actualmente la dependencia atiende a mil 730 jóvenes que sobrepasan la mayoría de edad, de los cuales mil 450 cumplen su medida en externación, pues los delitos que cometieron son considerados no graves, mientras que 280 se encuentran internados en una de las seis comunidades de la dirección.

En entrevista, Rosas Rodríguez reconoció que esta población, que es la mayoritaria en la DETM, suele ser más conflictiva que los otros integrantes, pues en su mayoría se trata de reincidentes e incluso tienen menor escolaridad que el resto de los internos.

Por este motivo, las autoridades han optado por evitar que en las comunidades para adolescentes estén mezcladas personas de 14 a 16 años con los de mayor edad, como en el caso de la Comunidad de Diagnóstico Integral, donde el promedio de edad de los internos es de 17 años.

De esta manera los jóvenes son agrupados en distintos dormitorios según características como edad y reincidencia. Asimismo, se busca no juntar a los internos de los dormitorios 7 y 8, que son los más complicados con el resto de la población, y que cuando esto sucede es porque se trata de actividades muy acotadas, en las que los grandes se portan bien y pueden ser un buen ejemplo para los chicos.

Sin embargo, consideró que no es necesario reformar la ley para evitar que jóvenes en conflicto con la ley que alcanzaron la mayoría de edad cumplan su sentencia o medida en instalaciones distintas a las comunidades para adolescentes, pues, dijo, los chavos tienen que aprender a convivir, defenderse y tener un criterio para no dejarse llevar por nadie, porque en la realidad, afuera, se van a relacionar con personas más grandes y tienen que aprender a hacerse responsables de sus actos.