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Marisela Escobedo, ejemplo de quienes encuentran puertas cerradas a la justicia, señalan

Obispos demandan a grupos criminales dejar armas, drogas y dinero mal habido
 
Periódico La Jornada
Domingo 26 de diciembre de 2010, p. 10

Los obispos de Chihuahua, Constancio Miranda Weckmann; Saltillo, Coahuila, Raúl Vera López, y Acapulco, Guerrero, Carlos Garfias Merlos, pidieron a los integrantes del crimen organizado rectificar el camino de sombras, dejar las armas y las drogas y convertirse a la religión para construir una sociedad mejor.

En pronunciamientos conjuntos y en las respectivas homilías efectuadas en sus templos con motivo de la Navidad, los prelados señalaron que el narcotráfico envenena a la sociedad, por lo que quienes se dedican a esa actividad deben dejarla de lado y dedicarse a otra, siguiendo principios religiosos.

Miranda Weckmann señaló que hoy más que nunca se necesita que por todos los medios se busque la reconciliación y el perdón como alternativa a la inseguridad en el país, y en especial en su entidad.

La Navidad nos llama a la concordia. Es un tiempo que nos invita a despojar de su carga bélica las formas ordinarias de expresión. Necesitamos hablar en un lenguaje pacífico y pacificador, apuntó.

Raúl Vera López hizo referencia a la muerte de Marisela Escobedo Ortiz, la activista asesinada en la capital de Chihuahua la semana pasada.

La historia de esta madre, dijo, es un ejemplo de las miles de mujeres valientes que a diario suplican ayuda en las oficinas de gobierno para encontrar a familiares desaparecidos y solamente encuentran puertas cerradas a la justicia, oprobio, humillaciones e incluso la muerte.

Agregó que además de las heridas por la violencia, nuestro pueblo mexicano padece lesiones de la injusticia, la corrupción, la negligencia y la impunidad. Denunció el maltrato, los robos, los plagios, las extorsiones y las masacres de jóvenes, así como las desapariciones forzadas y el secuestro de migrantes.

Garfias Merlos pidió a los miembros del crimen organizado no temer a un cambio de vida y decir no a las armas, al dinero mal habido, a la venganza y al poder efímero.

Ante lo que llamó circunstancias presentes en la arquidiócesis: violencia, corrupción e inseguridad a causa del crimen organizado, Garfias llamó a los delincuentes a deponer las armas.

Abracen a Cristo, no tengan miedo. Cristo es el único que les cambia la vida, no a las armas, no a las drogas, no al dinero mal habido, no a la venganza ni al poder efímero.

En su mensaje de Navidad, el arzobispo de Acapulco pidió a los que generan violencia en contra de la paz de Cristo dejar las armas.

El obispo de Cancún-Chetumal, Pedro Pablo Elizondo Cárdenas, destacó que a todos nos corresponde construir la paz, e invitó a romper el círculo de la violencia rompiendo el círculo de la desconfianza en las instituciones y reforzando el tejido social.

Como recién nacidos

Al celebrar la misa con motivo de la Nochebuena en la Catedral Metropolitana, el cardenal Norberto Rivera Carrera señaló que todos se deben sentir amados por Dios, ya que nadie está excluido de la alegría de este día.

Que no se sienta excluido el pecador, ni el anciano cargado de años, ni quien en su vida diaria se ha olvidado del Señor, dijo.

A todo aquél que reciba a este niño recién nacido que Dios nos envía, Dios le da el poder de transformarse en hijo de Dios; es decir, de renacer a una vida nueva independientemente de la edad o de los méritos personales.

Apuntó que en Navidad tenemos el derecho de descargar nuestros años, nuestros pecados, nuestros remordimientos y de sentirnos como niños recién nacidos, capaces de lanzarnos a la alegría y a la esperanza. Hagámonos niños y acerquémonos con confianza al pesebre para adorar al Verbo eterno de Dios hecho niño.

Acteal, pendiente: Arizmendi

El obispo de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, Felipe Arizmendi, dijo que, como cada año, estamos aquí no sólo para mantener vivo el recuerdo de los 45 hermanos y hermanas masacrados en este lugar hace 13 años, sino para unir su muerte al sacrificio redentor de Jesucristo.

Lamentó que la Suprema Corte de Justicia de la Nación siga ordenando liberar a los verdaderos autores materiales de la masacre en Acteal.

Ante cientos de fieles reunidos en la catedral de Nuestra Señora de la Asunción, el obispo de Tlaxcala, Francisco Moreno Barrón, señaló que este año la violencia y la inseguridad afectaron seriamente al pueblo mexicano, por lo que 2011 deberá ser un mejor año para lograr la paz en el país.