Jueves 16 de diciembre de 2010, p. 31
La Habana, 15 de diciembre. El Parlamento Europeo otorgó hoy el Premio Sajarov de Derechos Humanos en ausencia al opositor cubano Guillermo Fariñas, quien no pudo recibirlo en Estrasburgo porque el gobierno de La Habana no le expidió el permiso oficial que requiere para viajar al extranjero.
La ceremonia se realizó frente a una silla vacía, reportó el servicio de prensa de la Eurocámara. En un mensaje al acto, Fariñas deploró que el hecho de no poder salir y regresar voluntariamente
a Cuba es el testimonio más fehaciente de que por infortunio nada ha cambiado en el sistema autocrático de mi país
.
Sicólogo de 48 años, nacido en una familia de activos partidarios de la revolución, ex recluta de un cuerpo militar de elite, con entrenamiento militar en la antigua Unión Soviética y una campaña en Angola, Fariñas rompió con el sistema a finales de los años 80 tras el fusilamiento del general de división Arnaldo Ochoa, inculpado de narcotráfico.
En su mensaje, el opositor cubano pidió a la Cámara de Estrasburgo que la Unión Europea mantenga la Posición Común (que condiciona la cooperación con Cuba a cambios políticos en la isla) a menos que se cumplan algunas condiciones, entre ellas la liberación de todos los disidentes presos y facilidades para la creación de partidos políticos.
Con un insólito historial de ayunos –23, según su registro–, Fariñas protagonizó durante más de cuatro meses este año un ayuno de sólidos y líquidos, primero en su casa y luego en una sala de terapia intensiva, reclamando la liberación de disidentes presos.
Fariñas levantó su huelga el 8 de julio, cuando, tras un diálogo sin precedente con la Iglesia católica, el presidente Raúl Castro autorizó la liberación de los 52 opositores que aún quedaban presos desde los procesos de 2003. La mayoría salió a España y 11 más esperan todavía su excarcelación.
Igual que a los demás opositores, el gobierno lo considera un mercenario
al servicio de Estados Unidos.