La directora del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), Teresa Vicencio, señaló ayer que los problemas técnicos que ha habido con la concha acústica en el teatro del Palacio de Bellas Artes se debieron a la programación ambiciosa con motivo de la reapertura del recinto.

Aclaró que los trabajos de remozamiento del recinto están absolutamente terminados y que la mecánica teatral, así como los equipos funcionan muy bien: “todo el potencial está puesto en juego en la ópera Fidelio”, cuya última función será el domingo 19.

Reiteró que la cancelación de uno de los conciertos de la Orquesta Sinfónica Nacional se debió a las exigencias del ambicioso programa con el que se quiso reinaugurar la sala principal, luego de dos años de trabajos, en los que se invirtieron alrededor de 700 millones de pesos.

La orquesta sacrificó uno de sus conciertos para que se pudieran ajustar los tiempos de los otros montajes, pero todo está muy bien, concluyó la funcionaria durante la rueda de prensa donde se dieron a conocer los nuevos indicadores culturales.