Miles de personas resultaron afectadas por la suspensión del servicio en seis estaciones del Tren Ligero, de Taxqueña a Nezahualpilli, al dañarse su sistema de suministro eléctrico, por lo que algunas unidades quedaron varadas y tuvieron que ser desalojadas, mientras otras permanecieron en las estaciones por alrededor de 15 minutos.

La desesperación de la gente, ante la falta de información de lo que sucedía y la carencia de autobuses de la Red de Transporte de Pasajeros (RTP), que ofrecen servicio gratuito cuando se presentan estas eventualidades en otros sistemas de transporte del gobierno, los obligó a buscar otra forma de llegar a sus centros de trabajo y escuelas.

El problema se registró a las seis horas, cuando el pantógrafo del Tren Ligero encargado de suministrar energía al cable de contacto de los vagones se dañó, en la intersección de las estaciones Las Torres y Taxqueña, ubicada en las calles de Músicos y Puerto Rico. De inmediato fueron enviadas unidades de línea elevada con cuadrillas de apoyo del Servicio de Transportes Eléctricos (STE), para realizar los trabajos de reparación.

Lo complicado del proceso y la urgencia de atender la demanda de servicio de la gente, obligó a solicitar el apoyo de la RTP, aunque esto se produjo unos 75 minutos después de presentarse la avería. Los 50 autobuses asignados fueron insuficientes para agilizar el traslado de las personas que se encontraban en las estaciones Taxqueña, Las Torres, Ciudad Jardín, La Virgen, Xotepingo y Nezahualpilli, donde podían continuar sin problemas hasta Xochimilco.

El director del STE, Rufino H. León, informó que a las 10:45 horas, las cuadrillas de línea elevada concluyeron la reparación, por lo cual se procedió a la realización de las pruebas correspondientes. Treinta minutos después, los trenes averiados fueron acoplados y retirados al taller de Huipulco, normalizándose el servicio después de más de cinco horas.

Por la tarde, decenas de trolebuses quedaron varados en Eje Central, de Flores Magón a Fray Servando, y del Eje 2 Norte a Progreso, debido a un bloqueo en esta última vialidad, de acuerdo con operadores del sistema, quienes instaron a los usuarios a esperar unos minutos, mientras los policías hacían los cortes correspondientes.

Sin embargo, el paso del tiempo llevó a gran parte de los pasajeros a desalojar las unidades que se mantenían en largas filas y dirigirse a alguna estación del Metro, ante el cierre con vallas de la calle Donceles, donde circulan algunos microbuses hacia la zona de La Merced y San Lázaro, para continuar su camino, sin que les devolvieran su pasaje. El dinero queda en las alcancías y no podemos regresarlo, aun cuando acaba de subir, explicaba un conductor a los integrantes de una familia, quienes exigían los 16 pesos que acaban de depositar para nada.