La Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) precisó ayer que el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) puede celebrar y administrar contratos colectivos de trabajo con patrones públicos y privados, de la rama industrial eléctrica de cualquier parte del país, distintos a la extinta Luz y Fuerza del Centro (LFC), ya que la liquidación de la empresa no significa la desaparición del gremio, por lo que si la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje (JFCA) valida su proceso de elecciones le entregará la toma de nota de inmediato.

En pocas palabras, el margen de discrecionalidad de la Secretaría del Trabajo en este momento se reduce a cero. Acataremos lo que ordenen los órganos de impartición de justicia competentes para efectos de la toma de nota del SME, señaló la dependencia en un extenso informe difundido ayer sobre la reposición del proceso electoral en esta organización.

En el documento, la secretaría encabezada por Javier Lozano, establece que el Ejecutivo nunca pidió la extinción del sindicato, ya que no es competencia de la autoridad, sólo los trabajadores pueden decidirlo, por lo que si en una asamblea, la mayoría vota por la disolución del SME, ésta se podría dar y únicamente en este caso los trabajadores que aceptaron su liquidación tendrían derecho a parte del patrimonio de la organización.

Sostuvo además que Alejandro Muñoz Reséndiz, quien encabezó la planilla Transparencia Sindical y ahora está reclamando la reposición del proceso de elecciones en este sindicato, en uso de sus derechos sindicales, pudo perfectamente registrar su candidatura por la secretaría general del gremio. Sin embargo, decidieron no hacerlo por determinación propia, allanando así el camino para la única planilla que optó por contender en la reposición del proceso electoral, por lo cual la elección se realizó conforme lo ordenó la JFCA en el juicio IV-152/2009, apunta en el informe

La toma de nota

También indica que no se puede confundir la existencia de este gremio con la desaparición de LFC y puntualizó: entendemos bien que, de buena fe, muchos confundan un proceso interno sindical con dar marcha atrás a la histórica y trascendente determinación del presidente Felipe Calderón de extinguir en definitiva al organismo descentralizado Luz y Fuerza del Centro. Sabemos también de la tentación autoritaria de algunos por acabar, sin fundamento legal alguno, con la vida y existencia de gremios.

Al responder a quienes se preguntan por qué sigue existiendo el SME, si LFC ya no existe, señala que es un sindicato de industria y no de empresa, por lo que su existencia jurídica persiste mientras cuente con una membresía y la toma de nota del registro que dio fe de su creación no sea cancelada por alguna autoridad jurisdiccional competente.

En cuanto a la toma de nota para el SME, planteó que una eventual entrega de este documento a la directiva del sindicato no implicaría la modificación de sus estatutos, ni la reversión del decreto de extinción de LFC; tampoco la creación de una nueva empresa, o el reconocimiento de la existencia de alguna relación laboral con patrones públicos o privados, como tampoco que la Comisión Federal de Electricidad se convierta en patrón sustituto, como en algunos casos se ha expresado.

A decir de la dependencia, el patrimonio del SME, una vez que exista una directiva con toma de nota vigente, deberá ser administrado y cuidado por los miembros que establecen los estatutos; explicó que sólo si llegase a liquidarse el patrimonio del sindicato, todos sus integrantes, incluidos los ex trabajadores que aceptaron su indemnización, tendrían derecho a recibir la parte proporcional de dicho patrimonio.

En cuando a si la STPS ha cedido o no a presiones del SME, indicó que el gobierno federal celebra que, finalmente y después de un año, los ex trabajadores de LFC, especialmente los agrupados en torno al liderazgo de Martín Esparza, se hayan convencido de que el respeto a la legalidad es el único camino para desarrollar las funciones de representación sindical, al menos durante la actual administración.