Extenso estudio revela que el medicamento puede reducir hasta en 50% el riesgo de cáncer
El beneficio opera en proporción al tiempo que se lleva tomándola, no a la dosis
El hallazgo más importante, que se pueden prevenir tumores con compuestos simples, dicen investigadores
Sábado 11 de diciembre de 2010, p. 2
Aún no es la panacea, pero está cerca. Investigadores han anunciado la primera prueba de que la aspirina puede reducir hasta 50 por ciento el riesgo de diversos cánceres.
Ya la toman millones para protegerse de ataques cardiacos, y tiene una función establecida para prevenir diabetes, demencia, complicaciones del embarazo y dolor. Los científicos no llegaron a recomendar añadirla a la red de agua potable, pero sí la declararon el fármaco más asombroso
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Los hallazgos positivos más recientes, relativos al cáncer, han inclinado la balanza en favor de la medicación en masa, pero aún es pronto para recomendar que todos la tomen, advirtieron.
El estudio de seis pruebas realizadas con 25 mil pacientes que tomaban una dosis baja de aspirina para prevenir un ataque cardiaco descubrió que este humilde medicamento redujo en 21 por ciento las muertes debidas a todos los tipos de cáncer.
Si mañana se lanzara una nueva medicina con un efecto de proporciones similares, se consideraría un milagro. Pero en vez de que su precio llegue a decenas de miles de dólares, la aspirina cuesta menos de un peso mexicano por tableta.
Luego de cinco años de tomarla, las tasas de decesos por cáncer decrecieron aún más: en un tercio en general y a más de la mitad (54 por ciento) en cánceres del tracto digestivo (incluidos esófago, estómago e intestino).
El beneficio no mejoró con dosis más altas, pero sí se elevó en proporción al tiempo que se llevaba tomándola. También fue mayor en personas de edad avanzada, dada la incidencia más alta de cáncer. En el curso de 20 años, la reducción de riesgo iba de 10 por ciento en el cáncer de próstata a 60 en el de esófago.
Sólo bajo recomendación médica
Los hallazgos, publicados en The Lancet, fueron precedidos por un estudio lanzado en octubre por la misma revista, el cual mostró que dosis bajas de aspirina reducían en un tercio el riesgo de cáncer intestinal.
Peter Rothwell, profesor de neurología de la Universidad de Oxford, quien dirigió ambos estudios, sostuvo que el beneficio de tomar aspirina fue consistente en todas las pruebas, lo cual sugiere la probabilidad de que los hallazgos sean generalizables
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Él mismo toma una aspirina diaria, pero aconsejó a otros que no lo hagan si no es bajo prescripción médica.
Los resultados no significan que todos los adultos deban comenzar de inmediato a tomar aspirina, pero sí demuestran importantes beneficios nuevos que no se habían incluido hasta ahora en recomendaciones de lineamientos.
El problema con la aspirina es que en un número pequeño de personas irrita el estómago y causa indigestión, náusea y a veces sangrado. Cada año miles de personas llegan a hospitales con hemorragias y úlceras causadas por la aspirina y otros analgésicos similares. El riesgo, aunque pequeño, debe ser contrastado con el beneficio probable, lo cual ha evitado un empleo más amplio.”
La aspirina reduce el riesgo de ataque cardiaco y durante décadas se ha recetado a personas que ya han sufrido un infarto, para prevenir otro. Pero por el riesgo de sangrado no se recomienda como medida preventiva contra un primer infarto.
Ahora que se conoce el beneficio contra el cáncer, se necesita revaluar la situación. El profesor Rothwell comentó: Los lineamientos anteriores advertían, con razón, que en personas sanas de edad mediana el pequeño riesgo de sangrado por la aspirina supera en parte el beneficio de la prevención de infartos y ataques al corazón, pero las reducciones de fallecimientos debidos a varios cánceres comunes alterarán ahora la ecuación para muchas personas
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Se sabe que la aspirina adelgaza la sangre y dificulta la formación de coágulos que podrían causar un infarto. En cambio, su impacto sobre el cáncer aún no está claro. Puede ser que, como antinflamatorio, contenga la propagación del mal al reducir la inflamación, que es un factor clave en el desarrollo del cáncer.
Remplazo de salicilatos vegetales
Otra teoría es que una aspirina ayuda a remplazar un componente que falta en nuestra dieta. Los salicilatos vegetales, similares al ingrediente activo de la aspirina, se han reducido desde que comenzamos a cultivar con pesticidas y fertilizantes. Es probable que la píldora diaria ayude a restaurar el equilibrio natural del organismo.
Si las personas toman una dosis baja diaria de 75 miligramos, para obtener el máximo beneficio deben comenzar alrededor de los 50 años de edad y continuar durante 20 o 30 años, indicó el profesor Rothwell. Luego de cinco a 10 años, los resultados sugieren que los decesos por todas las causas (incluso sangrado interno) se reducirían 10 por ciento, y el beneficio aumentaría al paso de los años.
Estudios previos sugieren que la aspirina también protege contra el cáncer de seno, pero los investigadores señalaron que faltan más datos para confirmarlo, así como su efecto en otros cánceres de la mujer. También se requiere más trabajo para identificar cualquier empeoramiento de la cifra de muertes por cáncer más allá de 20 años después de comenzar a tomarla. “Tal vez el hallazgo más importante –expresó Rothwell– es la prueba en principio de que los cánceres pueden prevenirse por compuestos simples como la aspirina. La quimioprevención (del cáncer) es una meta realista.”
© The Independent Traducción: Jorge Anaya