Esmeralda Moreno terminó recientemente el bachillerato con promedio de 9 y espera cerrar el año con broche de oro al defender exitosamente, por sexta ocasión, su cetro mundial juvenil minimosca del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), cuando lo exponga este sábado ante la veracruzana Linda Sánchez.

La menuda pugilista se sabe poseedora de un juego de jabs que en no pocas oportunidades ha sabido aplicar a sus oponentes como recurso letal para aniquilarlas, porque siempre trato de no desperdiciar nada y sólo me les voy con todo cuando muestran algún signo de debilidad, comentó.

Sin mayores obligaciones que los quehaceres del hogar y el estudio como un seguro para cuando el boxeo ya no sea sustento, la apodada Princesa llegará al combate de este fin de semana con más de dos meses de preparación.

Estaba programada para cerrar actividades hace un mes, pero al posponerse el pleito, ahora está con el filo suficiente para acabar con su oponentes.

Es cuidadosa de no revelar la estrategia que pondrá en juego: Sólo sé que está más alta que yo, pero esa diferencia en el pugilismo puedes hacerla ventaja si sabes cómo manejarla y en eso hemos estado trabajando en el gimnasio.

Con 21 pleitos como profesional, Moreno ha platicado con su promotor Fausto Daniel García, de quien tiene la propuesta firme de que durante el primer semestre de 2011 tendrá la oportunidad de cumplir con uno de sus máximos sueños: disputar la corona absoluta de la división, que ahora está en manos de la japonesa Naomi Togashi.

Creo que ya tengo experiencia. La verdad, me siento lista para ir en busca del campeonato absoluto, por eso poseeo toda la confianza de que, como lo han logrado otras de mis amigas mexicanas, yo también puedo ponerme la corona de mi categoría, expuso.

Lo que no pasa por alto la boxeadora es que a los hombres les sigan pagando hasta 10 veces más que “a nosotras, cuando la verdad es que hacemos el mismo esfuerzo. Entrenamos horas, corremos, nos preparamos de la mejor manera y ganamos, para que siempre nos paguen unos cuantos pesos.

No es nada contra los hombres, pero me parece que nos deberían considerar mejor, dijo casi sin pensarlo.