Cancún, QR, 6 de diciembre. En Bolivia no se permitirán las siembras para elaborar agrocombustibles; la prioridad es elevar la producción de maíz, trigo y azúcar, explicó la ministra de Desarrollo Rural y Tierras, Memesia Achacollo, quien hoy llegó al campamento de Vía Campesina y Asamblea de Afectados Ambientales, en el deportivo Jacinto Canek, con 86 delegados bolivianos.

La agricultura industrial sólo daña la tierra y extiende la pobreza en las comunidades; no es la respuesta a situaciones como las que se vivieron este año: inundaciones, heladas, sequías e incendios que dañaron los cultivos y los bosques, refirió. Afirmó que en Bolivia los ministerios de Agua, Agricultura y el que preside actúan conjuntamente para respaldar la producción orgánica.

La delegación convocó a diversas organizaciones a un pacto de unidad internacional e invitó a los pobladores a atreverse a crear sus propios instrumentos políticos para romper con las políticas neoliberales. No necesitamos armamento ni más dinero; la construcción de un mundo nuevo está en la unidad de los pueblos.

En este recinto abierto, al que esta tarde llegaron mil personas más para participar en la marcha de mañana rumbo al Moon Palace en busca de un diálogo con los embajadores o ministros de medio ambiente, llovieron los testimonios de comunidades mexicanas, italianas, brasileñas y griegas sobre la contaminación de ríos por los desarrollos mineros, las inundaciones o escasez de agua por la construcción de presas, de los desplazados ambientales; de la interrelación de la crisis económica con la ambiental.

Paul Nicholson, de Vía Campesina, comentó que en Europa hay una crisis similar a la que tuvo Latinoamérica hace 15 años. En España, 20 por ciento de la población está desempleada; 40 por ciento de jóvenes no encuentran trabajo y ante eso se anestesia a la población con futbol y se induce el miedo a la pérdida de derechos. En el mundo estamos entrando a una crisis sistémica, mientras en el Moon Palace se habla de la luna, no de la realidad mundial. Por eso más vale un no acuerdo que uno malo que hipoteque al planeta.

Esta lucha ambiental es de vida o muerte, dijo Andrés Barreda, de la Asamblea de Afectados Ambientales, y la comparó con la que se realizó en el siglo XIX por los derechos laborales. Las decisiones de la COP 16 implicarán la muerte de miles de personas; no sólo está en juego la naturaleza.

Vengo de las entrañas de la bestia, dijo Sunyung Yang, de Alianza Popular de Justicia Mundial, al referirse a la resistencia de los migrantes, indígenas y trabajadores afectados por las políticas estadunidenses. El gobierno de Estados Unidos juega un papel muy destructivo. Sabemos que en la COP 16 amenaza a los países del sur para que firmen el acuerdo de Copenhague, en el cual no se fija como prioridad reducir la temperatura del planeta.

Y mientras en el deportivo se hablaba de la lucha contra la construcción de las presas La Parota y El Zapotillo; de la contaminación de los mantos freáticos y daños a la salud causados por la presa Endhó, que capta aguas negras de la ciudad de México, a los habitantes del Valle del Mezquital; del fracaso de las ciudades rurales en Chiapas y del desplazamiento de pobladores rurales por la construcción de presas en Brasil, una delegación de Vía Campesina insistía ante las autoridades estatales en que la marcha será pacífica y sólo busca diálogo con participantes en la COP 16.