El juez de Garantías de Juicio oral del Tribunal Unitario de Justicia para Adolescentes (TUJA), Armando Prieto Limón, confirmó que al menor de edad, de 14 años, conocido con el apelativo de El Ponchis, se le vinculó a un proceso penal toda vez que el Ministerio Público lo acusó formalmente de incurrir en delitos.

Existe información que hace probable su acción o comisión en hechos que la ley considera delitos; durante 60 días los acusadores y defensores presentarán pruebas, luego vendrá la audiencia intermedia y después el juicio oral. Hasta este momento se ha justificado que se puede llevar el proceso por los delitos mencionados, porque hay probabilidad de que el adolescente los cometió o participó en ellos, dijo Prieto Limón.

En tanto, desde los 12 años, adolescentes procedentes de familias de escasos recursos son reclutados por asesinos a sueldo, y así comienzan a escalar la pirámide criminal. Empiezan como informantes, ganando entre mil 500 y 5 mil pesos por cada dato trascendente que aporten a la delincuencia organizada. Comprobada su lealtad, se vuelven reclutadores de otros menores de edad, distribuidores de droga, ayudantes en levantones o en la desaparición de cadáveres, hasta llegar a sicarios.

Este esquema, utilizado por los grupos de delincuencia organizado, se desprende de las declaraciones que El Ponchis realizó ante fiscales de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), quienes durante el fin se semana pasado interrogaron varias horas al joven detenido.

Fuentes ministeriales y policiacas presentes durante el interrogatorio al que fue sometido el menor de edad en la Procuraduría General de la República (PGR), revelaron a La Jornada que, según lo dicho por El Ponchis, los adolescentes se convierten en sicarios tres o cuatro meses después de haber sido reclutados por algún grupo criminal.

Otro informante presente en la declaración ministerial aseguró que El Ponchis refirió ante fiscales de la PGR que el común denominador de los jóvenes reclutados por el narco es que son adolescentes expulsados de alguna institución educativa, carentes de oportunidades de desarrollo económico, víctimas de la desatención familiar y social, y caracterizados por impulsos sicológicos que encuentran su génesis en una especie de rencor social.

El ancla que ata a los jóvenes en las redes del crimen organizado es el sentido de pertenencia que les otorgan los delincuentes, quienes los hacen sentir útiles; es algo que no pudo darles ni su familia ni la escuela ni el círculo cercano de la comunidad a la que pertenecen, comentó a este diario un siquiatra que realiza peritajes para la PGR, quien pidió no dar su nombre

Prieto Limón aseguró que el Ministerio Público dijo en la audiencia del domingo que los delitos de los que se acusa al menor los cometió a los 14 años, edad que, en caso que se le dicte sentencia, lo hace merecedor solamente de tres años de cárcel. Por ello se justificó la detención provisional que le fue decretada ayer por la tarde. Asimismo, aseguró que ningún familiar se ha presentado en el TUJA para ver por el adolescente, y que en la audiencia contó con dos abogados de la defensoría del gobierno del estado de Morelos.

Según el juez, la embajada de Estados Unidos contactó de manera informal al tribunal unitario para entrevistarse con el detenido, “quien podría ser asistido jurídicamente, ya que al parecer podría tener la doble nacionalidad.

El Ponchis, presunto integrante del cártel del Pacífico Sur desde los 11 años de edad, acusado de homicidio doloso, posesión de arma de fuego de uso exclusivo de las fuerzas armadas y contra la salud en su modalidad de transportación de estupefacientes, durante la audiencia permaneció callado por recomendación de sus abogados.

Por la noche, la PGR informó del arraigo por 30 días de las hermanas del detenido, Ericka y Elizabeth Jiménez Lugo, por su presunta vinculación con el cártel del Pacífico Sur.