Las revelaciones del portal Wikileaks sobre los mensajes del Departamento de Estado y embajadas estadunidenses evidenciaron la conspiración de Copenhague en 2009, denunciada por varias naciones.

Un cable fechado en Addis Abeba informó de una plática entre la subsecretaria estadunidense de Estado, María Otero, y el ministro etiope Meles Zenawi, quien encabezó las negociaciones de la Unión Africana sobre calentamiento global.

Firman el acuerdo o la discusión se termina ahora, fue la sentencia de Otero a Zenawi, quien pidió garantía personal del presidente Barack Obama en la entrega de la ayuda prometida, que no se estaba cumpliendo.

El 11 de febrero de 2010 el delegado de Estados Unidos para el cambio climático, Jonathan Pershing, se reunió con la comisaria de Acción por el Clima de la Unión Europea, Connie Hedegaard, en Bruselas, donde ella le dijo, según otro cable, que la Alianza de los Pequeños Estados Insulares podría ser el mejor aliado de Washington a causa de su necesidad de financiación.

Así las cosas, 12 días después, indica otro memorando, el embajador designado de las Islas Maldivas en Estados Unidos, Mohamed Abdul Ghafoor, expresó a Pershing que su país quería una ayuda tangible y de esa forma otras naciones apreciarían las ventajas que se pueden obtener por cumplir con el acuerdo de Copenhague.

Ghafoor hace referencia a varios proyectos de un costo aproximado de 50 millones. Pershing lo animó a dar ejemplos concretos y costos, con el fin de aumentar la probabilidad de asistencia bilateral, precisa el cable de Wikileaks.

Cancún, parte II de Copenhague

Otro de los mensajes muestra cómo el presidente del Consejo Europeo, el belga Herman Van Rompuy, confesó al embajador estadunidense en Bruselas que la cumbre de Copenhague había sido un desastre increíble.

Su jefe de gabinete vaticinó que la 16 conferencia en Cancún sería como la segunda parte de la película Pesadilla en calle Olmo II, cinta de terror de Samuel Bayer.

Las acciones del gobierno de Estados Unidos evidenciadas en los mensajes preocupan a muchos delegados en este foro, que se preguntan cuántas intrigas habrá desatado también esa nación en Cancún.