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Cambio Climático

Lamenta Colombia que Espinosa deba convencer de que no habrá textos ocultos

Persisten desconfianza y desacuerdos en los trabajos del encuentro sobre medio ambiente
Enviadas
Periódico La Jornada
Lunes 6 de diciembre de 2010, p. 48

Cancún, Q. Roo, 5 de diciembre. Con el recuerdo de Copenhague en la sexta Conferencia de las Partes del Protocolo de Kyoto –donde participan 192 países–, las delegaciones insistieron transparencia, que no haya negociaciones en secreto, como ocurrió hace un año, y avalar el sistema multilateral, porque está en riesgo.

La presidenta de la reunión, la canciller mexicana Patricia Espinosa, reiteró por segundo día consecutivo que en estas negociaciones no habrá un proceso separado ministerial, ni duplicación de las negociaciones; que se facilitará la comunicación entre ministros y no existen documentos ocultos.

Aquí todos recuerdan que el año pasado en Copenhague se echaron abajo los avances de la conferencia logrados por los delegados durante casi dos semanas de trabajo, porque a última hora un grupo de países, encabezados por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y el primer ministro chino, Wen Jiabao, negociaron por su lado el denominado Acuerdo de Copenhague, que establece metas de reducción voluntarias para el año 2020 y un incremento máximo de temperatura de 2 grados centígrados.

Durante la presentación del documento de avance del Protocolo de Kyoto, en una plenaria informal, Espinosa advirtió que ninguna conferencia tiene frutos si no se confía en las partes y en el proceso.

Espera avanzar en acuerdos antes de que el martes por la tarde comiencen los trabajos de alto nivel con los ministros.

La canciller precisó que los ministros harán consultas con delegaciones de otros países, ayudarán a identificar dónde se pueden avanzar, pero no convocarán reuniones oficiosas y no revelarán resultados de los presidentes de los grupos de trabajo.

Colombia expresó que le parecía increíble que la presidenta de la COP, Patricia Espinosa, “durante más de la mitad de su intervención se vea obligada a informar que el proceso va a ser transparente, que será abierto y que no habrá texto escondido ni negociaciones secretas.

Si no se logra algo aquí, el proceso perderá legitimidad. ¿Cuántas negociaciones más habrá sin acuerdos? Debemos dejar a un lado las amenazas de abandonar el protocolo y otras más, iniciar un punto de partida y buscar una hoja de ruta segura.

En su intervención, Bolivia aclaró que el acuerdo lo construyen los 192 países. Los ministros son las cabezas de las delegaciones y son las que deben encontrar el punto de acuerdo.

Dijo que hay coincidencia de los que estamos aquí de entrar a una negociación para que dé un resultado satisfactorio; tenemos que discutir todos los temas: el punto crucial es el de números (metas de reducción de emisiones de gases).

Yemen, a nombre del G-77+China, señaló que se puede trabajar diligentemente si su aportación se refleja en el resultado final de las negociaciones, si se labora con transparencia.

Mientras, la Unión Europea manifestó que el proceso ha sido transparente y que están los elementos para obtener un resultado equilibrado, pero reveló su preocupación, pues, aunque se ha avanzado, los textos sobre la mesa no están listos para que los ministros lleguen a un pacto y llamó a acelerar el ritmo de las negociaciones.

Filipinas manifestó una queja porque el ministro de su país no fue convocado a la cena del sábado, a la que acudieron los funcionarios de alto nivel presentes en Cancún. La canciller mexicana ofreció disculpas por el hecho.

En el documento que se entregó este día se establecen las metas de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), las cuales están entre corchetes. El texto deja en el aire la continuación del Protocolo de Kyoto y remite la discusión sobre este tema a los ministros.