Domingo 5 de diciembre de 2010, p. 9
El grupo alemán Tokio Hotel, liderado por los gemelos Bill y Tom Kaulitz, enloqueció a sus seguidores mexicanos en el concierto que ofreció en el Palacio de los Deportes, donde se vio obligado a hacer un receso para calmar los ánimos de los asistentes.
Cuando el cuarteto interpretaba el tema World behind my wall desapareció del escenario, tras lo cual se escuchó: Se les suplica que se recorran un paso atrás, porque están aplastando a las personas de enfrente
.
Mientras, personal de seguridad lanzaba agua a los jóvenes que se encontraban cerca del entarimado. Pese a todo, no hubo nada que lamentar, ya que sólo algunas adolescentes se desmayaron y fueron auxiliadas por personal del servicio médico.
Después de 20 minutos de pausa, la banda regresó para continuar con la presentación y ofreció una disculpa, pues dijo que sólo deseaba seguridad para sus seguridores durante el concierto.
Tras el incidente, los fans se mantuvieron más tranquilos, aunque no dejaron de cantar y bailar al ritmo de Hey you!, Alien y Ready, set, go!, al tiempo que Bill Kaulitz, el vocalista, derrochaba energía, no obstante que se veía mucho más delgado respecto de anteriores ocasiones.
Noise y Human connect to human fueron los temas con que se inició la velada.
“¡Mexico city!, ¡hola! Ayer fuimos a las pirámides y fue increíble. El guía nos dijo que sentía que éste iba a ser el mejor show de nuestra historia”, expresó Bill Kaulitz, expresión que provocó histeria colectiva.
El público, con celulares encendidos, continuó disfrutando con Break Hawaii y Pain of love, así como con un set acústico en el que se escuchó Humanoid, uno de los temas más coreados de la noche, igual que In your shadow, Automatic y Screamin.
Bill, Tom Kaulitz, Georg Listing y Gustav Schäfer después del incidente cantaron Zoom, Monsoon y Forever now, temas con que se despidieron de sus seguidores mexicanos.
Un día antes del concierto, cientos de fanáticos de Tokio Hotel acamparon afuera del Palacio de los Deportes, con el propósito de conseguir un buen lugar en el concierto.