En un ambiente de represión, terrorismo y agresión, así como amenazas de despido por parte de Grupo Peñoles, ayer se realizaron recuentos en nueve secciones y una fracción del sindicato minero que encabeza Napoleón Gómez Urrutia.

Integrantes del Comité Ejecutivo Nacional de ese gremio aseguraron que el proceso fue apresurado e ilegal; mencionaron que el titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), Javier Lozano, “actuó en complicidad con esa empresa minera para allanar el camino y entregar fast track” los contratos colectivos, correspondientes a esas secciones, al disidente Carlos Pavón, quien obtuvo apenas hace dos semanas el registro de un nuevo sindicato denominado Napoleón Gómez Sada.

Nuestros compañeros votaron apenados, avergonzados. No pudieron darnos la cara; los obligaron a sufragar en favor de Pavón; todo el tiempo estuvieron amenazados, lo mismo para firmar en blanco su adhesión al sindicato que le regaló Lozano a Pavón y ahora en favor de él en el recuento, informaron dirigentes nacionales del sindicato minero respecto del desarrollo del proceso en diversas entidades. Aseguraron que impugnarán los recuentos, convocados en un tiempo menor de lo que marca la ley (48 horas) y los resultados de los mismos.

Según un boletín de la STPS, emitido anoche, el sindicato de Pavón obtuvo 94.8 por ciento de los votos, mientras el Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos, Siderúrgicos y Similares de la República Mexicana, 4.4 por ciento. La dependencia señaló que sólo 29 sufragios (0.8 por ciento) resultaron nulos.

Los resultados fueron difundidos con una celeridad poco común en este tipo de procesos, cuya vigilancia está a cargo de representantes de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje (JFCA), no de la STPS. Esta dependencia agregó en el boletín que las críticas hacia la JFCA carecen de sustento alguno.

Sin incidentes

Concluyen sin incidentes 10 recuentos en unidades mineras de los grupos industriales Peñoles y Frisco. Los trabajadores emitieron su voto en forma libre, directa y secreta, anunció el boletín de la STPS para dar cuenta de los recuentos realizados en plantas de Chihuahua, Coahuila, Durango, estado de México, Sonora y Zacatecas.

Según empleados consultados, así como líderes del sindicato minero, los trabajadores fueron acosados no sólo por quienes pretenden representarlos, sino por el empresario Alberto Bailleres (director de Grupo Peñoles), al obligarlos a firmar en blanco su adhesión al sindicato de Pavón, so pena de ser despedidos.

Afirmaron que las plantas estuvieron vigiladas por fuerzas policiales de orden local y federal, “mismas que recibían órdenes de los propios ejecutivos de Peñoles.

“A Pavón le regalaron el registro de un nuevo sindicato hace apenas dos semanas, pese a no tener representatividad en ninguna de las más de 70 secciones del sindicato minero, y ahora pretenden regalarle 10 contratos (…) Hay indignación del sindicato minero, pero impugnaremos”, advirtieron.

Por la mañana, esta organización gremial había denunciado la existencia de una actitud agresiva y tramposa del secretario Lozano, que derivó en un madruguete.

El sindicato encabezado por Gómez Urrutia aseguró: Se nos informa que ya hay fuerza pública armada y grupos de golpeadores paramilitares apostados en las cercanías de los 10 lugares donde se efectuará este recuento, como amenaza contra los auténticos trabajadores, para presionarlos a que voten en ese sentido, tal como ha ocurrido en Cananea, Sonora, y en el pasado en otras secciones de la zona carbonífera de Coahuila y San Luis Potosí.