Jueves 2 de diciembre de 2010, p. 50
El modelo de consumo irracional y excesivo creado por grandes empresas es uno de los factores que han generado el calentamiento global. Por ello, es necesario cambiar pronto a un esquema sustentable que no comprometa la supervivencia del planeta, advirtió Alejandro Calvillo, director de la organización ciudadana El Poder del Consumidor.
Durante una protesta realizada ayer en la explanada del Monumento a la Revolución, en donde activistas se disfrazaron con máscaras del presidente estadunidense Barack Obama, la canciller alemana Angela Merkel, y el primer ministro japonés Naoto Kan, Calvillo explicó los mecanismos del hiperconsumo.
Este fenómeno, dijo, ha provocado que en la actualidad 20 de la población mundial con mayores recursos económicos esté consumiendo 84 por ciento de los bienes y servicios de todo el planeta.
Mientras que sólo 8 por ciento de la humanidad genera más de la mitad de las emisiones de dióxido de carbono para producir artículos suntuarios, la enorme mayoría de los seres humanos no puede cubrir sus necesidades básicas, lamentó.
En tanto que, la organización Alianza Campesina del Noroeste advirtió que como consecuencia del cambio climático se proyecta una pérdida de productividad de entre 30 y 85 por ciento de las unidades agrícolas en el país durante las próximas cuatro décadas, por lo que el gobierno federal debe concretar un plan general de producción agrícola que garantice tener soberanía alimentaria.
Agregó, con base en información de estimaciones de la Gerencia de Desarrollo Sustentable del Banco de México, que la agricultura y las zonas costeras del país serán altamente vulnerables a los fenómenos climatológicos extremos pues la temperatura aumentará entre 2 y 4 grados centígrados en promedio entre 2050 y 2080.
En el contexto de la Conferencia de las Partes COP-16 que se realiza en Cancún, Quintana Roo, el dirigente de la Alianza Campesina del Noroeste, Raúl Pérez Bedolla, apuntó que en México hay una gran cantidad de áreas mal planeadas donde se asientan zonas urbanas, las cuales se extienden sobre suelo rico en nutrientes y que bien podrían dedicarse al cultivo de especies vegetales.
Ante este escenario, subrayó, es necesario que el gobierno federal defina un plan de producción agropecuaria en el país, sin necesariamente recurrir a la agricultura de invernadero, en el que la base sea el restablecimiento de los cultivos extensivos a cielo abierto, con el establecimiento de praderas y explotación de bosques de manera planificada y con técnicas apropiadas.
A su vez, la Central Campesina Cardenista, la Confederación Nacional Campesina y organizaciones del Congreso Agrario Permanente (CAP) denunciaron que en los acuerdos para establecer las reglas de operación de acceso a los recursos del Programa Especial Concurrente (PEC) 2011, las secretarías de Agricultura y de la Reforma Agraria están frenando las negociaciones al pretender mantener trámites engorrosos que impiden la operación eficiente de los programas para el sector.
“El llenado de formatos de algunos programas le lleva a la gente del campo hasta 8 horas, pero lo más grave es que si cometen un error de captura pierden –en lo individual o como grupo– el acceso a los financiamientos”, señaló la CCC.
Consideró que en el sector se requieren reglas sencillas y comprensibles, por lo que la tramitología
debe terminar.
Dirigentes del CAP indicaron que al interior del Consejo Mexicano para el Desarrollo Rural Sustentable las reglas de operación presentan un avance superior a 80 por ciento, debido a que la mayoría de las instituciones gubernamentales participantes han aceptado sugerencias de las organizaciones campesinas
. Por ello, confiaron que antes de alcanzar la fecha límite para su autorización (31 de este mes), la Comisión Federal de Mejora Regulatoria las publicará en el Diario Oficial de la Federación.
