Ayer, en la CNSM se declararon en sesión permanente; obreros piden alza de 10%
Reporte del IIE-UNAM asegura que el poder adquisitivo ha caído más de 47% en este sexenio
Jueves 2 de diciembre de 2010, p. 26
Se instaló ayer en sesión permanente la representación tripartita de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (CNSM), en su ritual anual, para determinar el mínimo que regirá en el año 2011; mesa en la que el sector obrero presentó la propuesta de que el aumento sea de 10 por ciento.
Al respecto, el Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (IIE-UNAM) señala en su reporte de investigación número 87, que en lo que va del gobierno del presidente Felipe Calderón, los minisalarios han perdido más de 47 por ciento de poder adquisitivo, a lo que la Secretaría del Trabajo respondió que del 1º de diciembre de 2006 a agosto de 2010, el poder de los mínimos se redujo apenas 0.24 por ciento.
Según este mismo instituto, en México, cerca de 8.5 millones de mexicanos del medio rural reciben salario mínimo, aunque la Secretaría del Trabajo ha sostenido que muy pocos trabajadores en el país tienen esta percepción.
Como cada año, los trabajos de los representantes ante la CNSM fueron declarados en sesión permanente a partir de esta fecha y programaron la primera reunión de los sectores para los primeros días de la próxima semana. Antes hubo entre la cúpula obrera un consenso
para determinar el porcentaje que solicitaría esta representación y tuvieron una reunión con funcionarios del Banco de México para analizar la situación económica del país.
Incluso el sector obrero corporativo presentó un estudio en el que sus analistas señalan que tan sólo en el presente año la canasta básica alimentaria se incrementó en un 14 por ciento, por lo que no puede menos que pedir el 10 por ciento de aumento.
Por su parte, el IIE-UNAM, en su estudio sobre comportamiento de los salarios, plantea que del 1º de diciembre de 2006 al 15 de agosto de 2010 el precio de la canasta alimenticia recomendable acumuló un incremento superior a 104 por ciento; en tanto el salario mínimo para el mismo periodo pasó de 48.67 a 57.46 pesos, lo que significó un aumento de apenas 17 por ciento, por lo que la pérdida de poder adquisitivo tan sólo en el rubro de alimentos fue superior al 42 por ciento.
La investigación elaborada por el profesor Luis Lozano Arredondo y economistas como David Lozano Tovar, Fructuoso Matías García, Nubia Conde y Mariana Juárez, señala que si a ese porcentaje se añaden los incrementos que han sufrido los servicios, el gas doméstico, la gasolina, y otros, como las rentas, entonces la pérdida acumulada en el poder adquisitivo de los trabajadores que ganan el mínimo es de 46.7 por ciento.
La Secretaría del Trabajo cuestionó la forma como se analizó el comportamiento de los precios en esta investigación y expuso que sólo se debe tomar en cuenta la inflación oficial para las mediciones.
La información del instituto universitario señala incluso que la mayor disparidad salarial se registra en el medio rural, donde de 33.8 millones de que personas que se encuentran en el sector, 37 por ciento no recibe ingreso, es decir, casi 12.5 millones de mexicanos; 25 por ciento percibe hasta un salario mínimo, o sea 8.5 millones; y ganan hasta dos mínimos al día 9 millones de personas.
Por otra parte entre las organizaciones sindicales se desató una polémica referente a que desaparezca la CNSM, a lo que el secretario del Trabajo comentó en septiembre pasado en un foro sobre mercado laboral: “Yo sí creo en la Comisión Nacional de Salarios Mínimos, creo que hacen su papel y lo hacen muy bien… ¿Queremos eliminarla? Muy bien, pero alguien tiene que cumplir con esa misión, entre otras cosas habrá que modificar el 123 constitucional. Alguien tiene que discutir ese salario mínimo; ¿La Cámara de Diputados?, ¿la de Senadores?, ¿un vonsejo de notables? ¿Qué quieren?