La costa noreste de Estados Unidos fue afectada ayer por tormentas que provocaron la interrupción del tráfico aéreo de los aeropuertos John F. Kennedy y La Guardia, de Nueva York, así como retrasos en vuelos programados desde la terminal de Newark, en el vecino estado de Nueva Jersey, y en el de Filadelfia, Pensilvania.

En las inmediaciones de la pequeña localidad de Atlanta, en el estado de Luisiana, el Servicio Meteorológico Nacional confirmó la formación de un tornado con vientos de 320 kilómetros, categoría cuatro (de cinco niveles), que causó destrozos materiales.

Este tornado fue uno de los 11 que se originaron martes y miércoles en los estados de Misisipi, Alabama y Luisiana, en el sur de Estados Unidos, de acuerdo con un reporte del meteorológico.

Unas 30 personas resultaron heridas por los tornados y las lluvias. Decenas de árboles y postes fueron derribados, mientras que varias carreteras quedaron inundadas y un número indeterminado de escuelas tuvieron que suspender clases.