París, 30 de noviembre. Por primera vez en los pasados 40 años, París abre este miércoles una gran exposición consagrada a los años clave de Piet Mondrian, el padre de la abstracción geométrica, cuyas composiciones ortogonales en colores primarios se han convertido en faros de la modernidad.

Mondrian, quien fue uno de los más grandes artistas del siglo XX, no había sido realmente mostrado en Francia desde una exposición en la Orangerie des Tuileries, en 1969. Reparamos esta injusticia. Máxime cuando lo esencial de su obra estuvo producida en París, manifestó Alain Seban, presidente del Centro Pompidou.

En 2002, el Museo de Orsay presentó una exposición centrada en los primeros años (1892-1914) del pintor holandés, quien de manera paulatina fue dirigiéndose hacia los caminos de la abstracción.

Época parisina

El Centro Pompidou eligió presentar simultáneamente el movimiento vanguardista holandés De Stijl (El Estilo). Mondrian (1872-1944) fue el mentor de este grupo junto al fundador de la revista De Stijl, Theo van Doesburg, antes de que ambos se distanciaran.

Según Seban, De Stijl es uno de los movimientos más emblemáticos de aquella época, pero es ignorado en Francia. Acercando los dos, damos la posibilidad de destacar los orígenes comunes, especialmente el interés por la teosofía o el espiritualismo, subrayó.

La exposición dos en uno, que concluirá el 26 de marzo de 2011, incluye cerca de 700 obras y objetos, repartidos en 22 salas, la mitad de las cuales están consagradas a Mondrian.

El Pompidou se ha centrado especialmente en la etapa parisina de Mondrian, artista que abandonó su Holanda natal a los 40 años para trasladarse a París.

En la capital francesa permaneció hasta 1938, cuando se trasladó a Londres ante el avance del nazismo. Dos años más tarde abandonó Europa con destino a Nueva York, donde murió en 1944.

La exposición presenta un centenar de las principales obras de Mondrian (pinturas y dibujos), así como fotografías, cartas y otros objetos.

“Entre 1912 y 1920, Mondrian llevó progresivamente el cubismo hacia el ‘neoplasticismo’, pasando de la ‘realidad natural a la realidad abstracta”’, explicó Brigitte Léal, una de las comisarias de la exposición.