Entre los elementos que llevaron a la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) a la conclusión de que Digna Ochoa y Plácido se quitó la vida se encuentran dos dictámenes periciales en sicología, los cuales señalan que la defensora de los derechos humanos tenía tendencia al suicidio, dijo el titular de la dependencia, Miguel Ángel Mancera Espinosa.

En entrevista, afirmó que si bien el arma utilizada y la mecánica de los hechos fue sui generis, pues en los hechos hubo más de un disparo, ha quedado demostrado que Digna Ochoa sí accionó un arma de fuego y que las lesiones observadas en el cuerpo fueron producidas en días anteriores a su muerte.

Mancera Espinosa aseguró que los peritajes de la dependencia, realizados en 2001, fueron analizados por expertos externos e internacionales, quienes hicieron observaciones a la metodología utilizada, pero las conclusiones son perfectamente aceptables y son válidas.

Explicó que si en un primer momento no se encontraron rastros de pólvora en la mano de Ochoa y Plácido se debió a que el arma presuntamente utilizada tiene el cargador al frente, a diferencia de la mayoría de estos artefactos, que lo tienen atrás.

Pericialmente, agregó, se determinó que el primer disparo se efectuó con la mano derecha; posteriormente hay una sujeción de una prenda de ropa, y con la mano izquierda se realizó el disparo que impactó en la zona parietal.

La defensora de los derechos humanos Digna Ochoa se quitó la vida, tenía tendencia al suicidio, dijo el procurador capitalino Miguel Ángel Mancera, de acuerdo con dos dictámenes periciales en sicologíaFoto Carlos Cisneros

El procurador capitalino manifestó que para la dependencia a su cargo la investigación está cerrada. REconoció que la familia aún puede volver a inconformarse, pero reiteró que la conclusión del suicidio ya había sido suscrita también por un juez federal, resolución que fue impugnada por la familia y que un tribunal colegiado ordenó la reapertura del expediente.

Sobre el tema, la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) afirmó que la información dada a conocer por la procuraduría capitalina en torno a su decisión del no ejercicio de la acción penal, luego de la revisión del caso, no aporta elementos que indiquen que se tomaron en cuenta las opiniones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos ni de peritos externos, lo cual ahonda en inconsistencias y suspicacias, violatorias del derecho a la verdad y la justicia.

El organismo expresó que desde 2004 manifestó que hay irregularidades en la investigación de la procuraduría, como en la descripción de las lesiones que tenía el cuerpo, la mecánica de hechos y la necropsia, todo ello aunado a la existencia de peritajes discordantes en torno a la trayectoria de las balas que ocasionaron la muerte de la activista.

Por este motivo, la CDHDF consideró insuficiente la información divulgada por la PGJDF para generar certeza jurídica sobre el esclarecimiento de los hechos, así como de las diligencias realizadas para arribar a la conclusión de suicidio.