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Fue un influyente aparato encargado de las relaciones de Cuba con el continente

Elimina el PCC el antiguo Departamento América por los recortes al presupuesto
Corresponsal
Periódico La Jornada
Lunes 29 de noviembre de 2010, p. 29

La Habana, 28 de noviembre. Como parte del recorte presupuestal impulsado por el gobierno, el Partido Comunista de Cuba (PCC) eliminó al que fue un influyente aparato encargado de sus relaciones con el continente y que durante un tiempo se llamó Departamento América, de acuerdo con fuentes enteradas del caso.

El recorte también causó la desaparición de una batería de think tanks de asuntos internacionales y llegó a las unidades municipales del partido, donde se inició la reducción de personal auxiliar, inmuebles y servicios como automóviles y combustible, según las fuentes.

Aunque el grueso de esas medidas encaja en el criterio de austeridad oficial, la extinción del antiguo Departamento América indica, además, la decisión de retirar al PCC de la operación directa en las relaciones hemisféricas, lo que marca el final de una época en la política cubana hacia la región. Integrantes de ese equipo que estaban asignados a misiones diplomáticas fueron llamados de regreso a La Habana, de acuerdo con la información disponible.

El antiguo Departamento América llegó a ser una especie de servicio exterior paralelo en el hemisferio. Estudiaba la zona y operaba políticamente; formaba expertos en áreas o países, que visitaban regularmente la plaza de interés y luego actuaban en el terreno, al desempeñarse como funcionarios de sus embajadas.

Fue además un centro de contactos con los partidos tradicionales, las guerrillas y diversas corrientes de izquierda, pero sus relaciones se extendieron a los gobiernos nacionales y regionales, parlamentos y otras instituciones o sectores tan diversos como las iglesias y la empresa privada.

Después de un tiempo de trabajo continuo, ya no resultaba extraño que alguno de sus interlocutores alguna vez haya venido como recluta de un grupo armado o como activista de un movimiento, para regresar años más tarde como líder nacional o funcionario público.

El único jefe que tuvo el Departamento América fue Manuel Piñeiro (1933-1998), el comandante Barbarroja. Como viceministro del Interior, entre 1961 y 1974 encabezó los servicios de inteligencia y seguridad, así como una Dirección General de Liberación Nacional, que esencialmente era el aparato de apoyo a las guerrillas de la región.

En 1975 Piñeiro fundó el Departamento América como dependencia del Comité Central del PCC, que heredó funciones de Liberación Nacional, pero las amplió considerablemente.

El Departamento América desapareció después del cuarto congreso del PCC, celebrado en 1991, cuando estaba en marcha la extinción del antiguo bloque soviético y Cuba entraba en una profunda crisis económica. El cambio se explicó por el recorte de gasto de la época, pero coincidió con nuevos enfoques en las relaciones de la isla con la región: cesó el estímulo a las guerrillas y La Habana buscó reanimar sus contactos con los gobiernos.

El 24 de julio de 1993, año y medio después del derrumbe soviético, Fidel Castro habló por primera vez en público de rectificar la vía armada. Fue en La Habana, en la clausura del Foro de Sao Paulo, el frente de partidos latinoamericanos de izquierda: Les está hablando alguien que participó en la lucha armada y que apoyó al movimiento revolucionario armado, de lo cual no nos arrepentimos, dijo entonces el líder cubano. Pero vemos con claridad que ahora, en este momento, en estas circunstancias, no es el camino más prometedor.

Con el antiguo equipo de Piñeiro se formó el Area América, rama del Departamento de Relaciones Internacionales del PCC. Al frente quedó un operador experimentado, José Arbesú, quien llegó a ser el jefe de la oficina diplomática cubana en Washington y pieza clave en misiones delicadas, como los intentos de negociar la paz en Colombia.

Ahora ese equipo fue disuelto y sólo subsiste el Departamento de Relaciones Internacionales. También desaparecieron el Centro de Estudios sobre América y sus similares –enfocados a otras regiones del mundo–, que producían investigaciones especializadas para el PCC. Parte de su personal pasó al Instituto Superior de Relaciones Internacionales, la academia diplomática, que depende del Ministerio de Relaciones Exteriores.