Madrid, 28 de noviembre. Madrid es el Museo del Prado, el hogar de la Cibeles y de la apenas centenaria Gran Vía; es la sede del estadio de futbol Santiago Bernabeu, la tierra a la que se entraba por la puerta de Alcalá y ahora se llega por el aeropuerto de Barajas; lugar de tapas, montaditos, cañas y terrazas.

Madrid es la comunidad que aporta 18.7 por ciento del producto interno bruto (PIB) de España, realiza 17 por ciento de las operaciones de comercio exterior y es la principal receptora de inversión extranjera directa. El turismo se ha convertido en un sector estratégico, ya que aporta 6.2 por ciento del PIB regional, además de dar empleo a 200 mil personas, de acuerdo con informes del Consejo de Economía y Hacienda de la Comunidad de Madrid.

Este Madrid próspero, culto, rico en olores, sabores, palacios y arquitectura es también una ciudad dinámica, con eficientes servicios de transporte que tienen como uno de sus centros de confluencia la terminal de Atocha y su jardín botánico, y al mismo tiempo es una ciudad para caminar, recorrer los barrios, conocer sus leyendas de amor y desamor, las historia de horror de la Inquisición y mirar todo como espacios vivos y actuales.

Barrios para todos los gustos y bolsillos. En Chueca se concentra la comunidad homosexual que vino a revivir el sitio, porque Madrid es la capital del turismo lésbico, gay, transexual y bisexual (LGTB); en Salamanca el despliegue es de lujo y glamur en la arquitectura y marcas de moda; en el barrio de Las Letras, donde alguna vez vivieron o se reunieron literatos, ahora hay bares, restaurantes y antros para todos los gustos y bolsillos.

Lo mismo se aplica a los turistas que buscan hacer compras de cosas antiguas o cuyo presupuesto es más limitado. El Rastro es un mercado pariente de La Lagunilla: un enorme tianguis en el cual se funden razas y clases sociales.

Junto al Rastro está La Latina, barrio de la época medieval, del Madrid antiguo, en el que se encuentra el mercado de San Miguel, carpa de cristal donde se venden tapas, ostras, pinchos, pescado fresco y todo tipo de productos gourmet. La Latina desemboca en la Plaza Mayor, donde se conjuga lo antiguo, lo tradicional y lo moderno de esta ciudad que empieza a ser más incluyente.

Matadero es un espacio alternativo hasta el que este año llegaron a exponer artistas, creadores y diseñadores mexicanos como Mauricio Valdés, Tanya Moss, Pineda Covalín y Silvino López, con aportaciones al mundo de la moda y el diseño, a la preservación del medio ambiente y el mejoramiento de las condiciones de vida de personas que viven en suma pobreza, pero no en México, sino en África, porque allá se han llevado sus proyectos.

Además Madrid está considerada la tercera ciudad punto de encuentro para hombres de negocios del mundo, según la opinión de Standard & Poor’s. Asimismo, concentra empresas, organismos e infraestructura para dar servicio al llamado turismo idiomático. Para los interesados en el golf, es uno de los destinos más socorridos del turismo de lujo, con hoteles cinco estrellas, como el Presidente Intercontinental, el único con una suite de 400 metros cuadrados, en la que se hospedó el presidente Felipe Calderón. También hay hoteles que reúnen colecciones de arte, y son el mejor escaparate para quienes quieren ver y ser vistos, como el Urban, en el centro.

Madrid también es el jamón ibérico, el queso manchego y turrones, que si no son suyos de origen sí lo son por adopción y aceptación, pero también es un lugar donde la innovación en las cocinas atrae a los practicantes del turismo gastronómico, que pueden disfrutar degustaciones en 8 mil 600 restaurantes, 38 mil 500 bares y 2 mil 200 cafeterías como Paradise, L’Albufera, El Original o La Pepa.

Madrid ve cómo se va ampliando su oferta turística, ya que entre 2004 y 2008 incrementó 50 por ciento el número de visitantes, al pasar de 6 millones a 9.2 millones.