A mes y medio de que la calle Francisco I. Madero, en el Centro Histórico, fue inaugurada como corredor peatonal, los transeúntes han tirado al adoquín 8 mil 441 chicles en tan sólo 800 metros, según el conteo del Consejo Ciudadano de Seguridad Pública y Procuración de Justicia del Distrito Federal, que usó esta calle para promover la campaña El chicle al bote, como parte de las conductas ciudadanas que se busca modificar.

A pesar de la cifra, se mostró una disminución de este hábito, ya que antes de la campaña de concientización se llegaron a contar aproximadamente 70 chicles por metro cuadrado y ahora sólo hay 24.

De acuerdo con el presidente del Consejo Ciudadano, Luis Wertman Zaslav, los más de 8 mil chicles representan sólo 2 por ciento del total contabilizado en la calle 5 de Mayo (430 mil), una de las vialidades con mayores problemas en este sentido y que hace aproximadamente dos meses fue limpiada por personal del gobierno capitalino.

Explicó que el trabajo del Consejo Ciudadano consistió en la instalación de un módulo de información y un juego de tiro al blanco, en donde el centro es un cilindro contenedor de chicles. Además, los agentes ciudadanos –personal del propio consejo– regulan el comportamiento de los ciudadanos mediante tarjetas, cuyo objetivo es un llamado de atención para los ciudadanos que arrojan chicles al suelo y una felicitación a quienes los depositan en los contenedores.

Esta acción reguladora se realizó con 901 personas. De éstas, a 66 por ciento se le invitó a arrojar el chicle y lo hizo, 27 por ciento depositó el chicle sin que se le indicara, 7 por ciento tiró el chicle al cesto y solicitó información. Además, una persona manifestó vergüenza, 39 ignoraron totalmente el hecho y no hicieron nada, dos agredieron verbalmente al regulador y una recogió el chicle sin decir nada.

En el acto celebrado en la Plaza Regina, Wertman Zaslav también premió a los niños ganadores y participantes del concurso de dibujo infantil Despegando malos hábitos, realizado para promover la campaña El chicle al bote.

Destacó el trabajo de los 320 niños participantes, con edades de dos a 14 años, que expresaron en sus dibujos la importancia de no afectar el entorno urbano al tirar al piso la goma de mascar.

El titular del organismo ciudadano pidió a los asistentes convertirse en portavoces de este mensaje, que busca crear una cultura ciudadana y de respeto al espacio público, y así también tener mejores condiciones de seguridad con la participación de todos, lo cual se refleja en el hecho de poder caminar en forma tranquila por la Plaza Regina, cuando en otros lugares de la República una acción de este tipo no es posible.