Monterrey, NL., 23 de noviembre. Pese al zarpazo con que Pumas fulminó a Cruz Azul, Monterrey no tiene miedo de correr la misma suerte en las semifinales. Temor nunca, guardamos respeto a todos los equipos. Creo que ellos también nos lo tienen, pero miedo jamás debe haber a un equipo, declaró el portero de los Rayados Jonathan Orozco.

Inclusive sostuvo que ningún delantero auriazul lo perturba: Respeto mucho a los compañeros de profesión, su jerarquía, que sean goleadores, jugadores de renombre, pero hasta ahí, nunca me ha preocupado ni me ha quitado el sueño un atacante, la verdad.

La Pandilla disputará contra Pumas este jueves los primeros 90 minutos de la semifinal en la cancha de Ciudad Universitaria y considera que llegar a una tercera final y perder de nuevo sería imperdonable.

Además, respecto de la racha de cuatro juegos sin victoria, explicó que se debe a que hubo un exceso de confianza, por lo que será vital no menospreciar al rival, puesto que el conjunto de la UNAM, al ser el último en avanzar a la liguilla, no tiene nada que perder y eso lo hace peligroso.

Lo que nos pasó en los recientes encuentros, esa relajación no debe volver, creo que ningún rival es fácil así que no hay que menospreciar a nadie. Pumas viene muy motivado, con ganas de trascender, no tiene nada que perder, entró de último y se le dieron las cosas contra Cruz Azul, dijo el arquero.

Orozco tampoco teme a la hinchada universitaria. Al contrario, “me gusta, me agrada más cuando hay gente que te abuchea, que cuando no hay nadie en el estadio, porque te hace dar el extra para demostrar que están equivocados...

A lo mejor sus seguidores harán su papel, pero cuando vengan aquí creo que es más poderosa la afición de Monterrey que la de Pumas.

El zaguero rayado Pierre Ibarra, quien vivió la final del Apertura 2004 cuando los auriazules ganaron el título, advirtió: Pumas es un club de chavos que saben a lo que juegan, tienen dinámica, buen toque de balón, la base la mantienen de aquel bicampeonato. Es un rival muy duro, correrá los 90 minutos y peleará cada balón como si fuera el último.