Sólo 10 por ciento de los 500 mil productores de café registrados está integrado a una organización social que presta servicios de acopio y comercialización; el resto está en permanente riesgo por la existencia de un mercado internacional altamente especulativo y uno nacional dominado por grandes empresas trasnacionales que penetran cada vez más en las regiones cafetaleras en perjuicio de las estructuras sociales de los caficultores, apuntó Javier Galván, integrante de la Unión Nacional de Organizaciones Regionales Campesinas Autónomas (Unorca).

Que el café mexicano se oriente principalmente al mercado exterior, como materia prima sin agregarle valor, no es un factor de ventaja para los productores, pues las crisis recurrentes de los precios han desalentado el trabajo del campo cafetalero, por lo cual, pese al incremento de los precios en los dos ciclos recientes, los rendimientos se mantienen bajos.

Explicó que la feria México Unido por su Café, que se iniciará mañana y concluirá el día 26 en el estadio Azteca, es una estrategia de promoción con la que se buscará atraer a 10 mil personas para intentar imponer un nuevo récord Guinness de personas juntas bebiendo café, y con ello dar un nuevo impulso al café mexicano.

Si se desarrollara un sistema de pago por calidad se alentaría la caficultura no sólo en la mejora de la calidad sino en mayor rendimiento, pues con aplicar más labores de cultivo se incrementaría la producción. Además, garantizar un ingreso no menor a 2 mil 700 pesos por quintal y que éste se mantenga en términos reales por varios años.

Urge nuevo sistema financiero

Los productores de café, la mayoría indígenas, requieren un nuevo sistema financiero para acceder a créditos refaccionarios y de avío a tasas no mayores a 5 por ciento y articularlos con programas de apoyo fiscales; infraestructura de beneficiado y para comercialización, así como fomentar la organización de los productores para que apliquen sus propios instrumentos financieros para el manejo de créditos y ahorros.

Respecto del presupuesto que tendrá dicha rama , comentó que desde hace varios años se ha pugnado por un presupuesto multianual para garantizar la continuidad de políticas y programas, para evitar las incertidumbres anuales, además de realizar un seguimiento y evaluación permanente de la aplicación de los recursos asignados.

Para el próximo año, la producción de café tiene asignados 790 millones de pesos distribuidos, a entre otros rubros: activos productivos, 200 millones; fomento productivo, 50 millones; garantías, 150 millones; innovación tecnológica y transferencia de tecnología, 50 millones, y 30 millones de pesos dentro del programa de trópico húmedo, que se canalizarían para fomentar la producción de café robusta.

También es necesario actualizar y concluir el padrón cafetalero, en el que se especifique a los productores que cultivan café orgánico; resolver técnicamente los problemas de medición de los terrenos de ladera pronunciada y ondulados, y dar impulso al manejo familiar de los terrenos muy pequeños, que en el padrón aparecen como unidades de producción independientes.

Apuntó que para elevar el ingreso de los caficultores es necesario que sus asociaciones puedan canalizar volúmenes más grandes a los mercados de mayores precios, como los de comercio justo, café orgánico, de alta calidad yde origen, entre otros.

Consideró que la representación mexicana ante la Organización Internacional de Café debe pugnar por medidas de ordenamiento del mercado internacional, entre ellas acuerdos entre los países productores para el manejo de reservas en los periodos de mayores cosechas, así como de promoción de consumo y de estándares mínimos de calidad y garantizar al productor un ingreso objetivo por quintal, utilizando, de ser necesario, el fondo de estabilización de precios.