Lamentan etnólogos que los negros no aparezcan en los censos; abren muestra de su obra
Lunes 15 de noviembre de 2010, p. a19
La ascendencia africana de la población mexicana se sigue negando, coincidieron los etnólogos Luz María Martínez Montiel y José del Val con motivo de la exposición México. La tercera raíz y la Independencia, de más de 80 piezas, abierta el 10 de noviembre en el Museo Nacional de las Intervenciones (Ex Convento de Churubusco, 20 de Agosto y General Anaya, San Diego Churubusco).
Del Val, director del Programa Universitario México Nación Multicultural de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), trajo a cuenta la solicitud hecha al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) para que “incorporara en los censos la adscripción de los negros”. La institución contestó: “En México no hay negros”. Mediante proyectos con la UNAM se prepara “un autocenso que realizarán los propios negros, un poco para demostrar a la sociedad por qué no vamos a reconocernos”.
Se calcula que entre 800 mil y un millón de africanos llegaron a México por medio de la trata negrera, recordó la directora del Museo Nacional de las Intervenciones, Enriqueta Cabrera. Fueron “arrancados de sus pueblos y subidos a los barcos”.
Para justificar la esclavitud “fueron despersonalizados, les quitaron el nombre y la identidad”, apuntó Martínez Montiel quien ha dedicado toda su vida al estudio de la negritud.
Para la investigadora del Instituto Nacional de Antropología e Historia, “la mayor deuda que tenemos con los africanos es la idea de libertad”, ya que “nunca se resignaron a ser esclavos. Ese mito del hombre resignado es una mentira. El esclavo siempre fue rebelde. En Veracruz tenemos a Yanga, considerado el libertador de México, pero hubo montones de rebeliones en la ciudad de México y en otros puntos”.
Martínez Montiel recordó que Miguel Hidalgo expidió el primer decreto antiesclavista en México, refrendado después por José María Morelos y finalmente por Vicente Guerrero –ambos afrodescendientes, al igual que Guadalupe Victoria.