El novelista dialoga con periodistas latinoamericanos en una videoconferencia
Sábado 6 de noviembre de 2010, p. 5
Mentir con conocimiento de causa, afirma el escritor Mario Vargas Llosa, es el ejercicio en su más reciente novela de carácter histórico El sueño del celta, sobre Roger Casement, controvertido personaje que denunció las atrocidades del colonialismo y se unió a la causa independentista de su natal Irlanda.
Desde Madrid, en una entrevista mediante videoconferencia, el autor peruano-español abunda sobre la novela, el quehacer literario, el autoritarismo, el colonialismo, la tauromaquia y el Premio Nobel 2010, el cual recibirá en Estocolmo en diciembre, razón por la que canceló su visita a México, según confirma Alfaguara, su casa editorial.
Es una novela, no es un libro de historia. Me he tomado muchas libertades, inventado personajes. No creo haber inventado nada que no hubiera podido ocurrir dentro de las coordenadas de la vida en esos lugares y en ese tiempo, pero si se hiciera un balance entre lo histórico y lo literario, estoy seguro que lo literario ganaría y con mucha ventaja
, manifiesta el narrador de 73 años de edad.
El problema de la maldad, de la violencia que anida en el ser humano es por desgracia un tema que permanece en nuestra época. Vemos, cómo dada la desaparición de la legalidad y la aparición del fanatismo, la violencia estalla con una ferocidad tan enorme como ocurrió en la época de Roger Casement en África y en la Amazonia latinoamericana
a finales del siglo XIX, expone sobre el volumen que se presentó hace cuatro días y del que ya se prepara una reimpresión de 50 mil ejemplares.
Al ser cuestionado sobre el autoritarismo de hace poco más de un siglo y el actual, asevera que la violencia social, generalmente se desata cuando desaparece la legalidad, cuando no hay una norma que se aplique y que cuando es violada, se apliquen sanciones. Entonces impera la ley del fuerte, la barbarie irremediablemente irrumpe y se pueden cometer cosas tan espantosas
, como en República Dominicana cuando Trujillo era amo y señor de horca y cuchillo
, tema de su novela La fiesta del chivo (2000), o en la explotación de los aborígenes por la industria del caucho en el Congo y la Amazonia.
No viene a la FIL
La maldad, el colonialismo, el nacionalismo y hasta una velada homosexualidad
son abordados mediante la figura de Casement, de quien Vargas Llosa dice “lo descubrí leyendo una biografía de (Joseph) Conrad; me interesó que había ayudado a escribir El corazón de las tinieblas, además de su campaña en favor de los indígenas del Congo, que había estado en la Amazonia peruana, colombiana y brasileña, que escribió unos informes para denunciar las atrocidades cometidas contra los indígenas. Había sido un símbolo de los grandes problemas que vivió su época, sobre todo a comienzos del siglo XX.
Para mí, escribir esta novela ha sido una aventura personal porque me he sumergido en mundos como el del Congo o las luchas independentistas de Irlanda. Eran mundos nuevos, desconocidos
, afirma.
No obstante su apretada agenda, Vargas Llosa concede una hora de diálogo con periodistas de Latinoamérica, realizado entre fallas técnicas y muchas preguntas al Nobel peruano.
La sorna también estuvo presente, pues ante la pregunta de si tuviera que ser salvado por Hugo Chávez o por Alberto Fujimori, ¿a cuál escogería?, sonriente dice que preferiría ahogarse o entregarse a los tiburones, con lo que una vez más muestra sus fobias políticas.
No faltaron las preguntas sobre la concesión del Nobel y una vez más contesta que su esperanza es que le haya sido otorgado porque a la Academia Sueca le gustan sus libros y por razones eminentemente literarias, no por sus posturas políticas o porque varios países latinoamericanos celebran el bicentenario de sus independencias.
Luego de recibir el Nobel en Estocolmo, Vargas Llosa visitará Perú y Chile.
Asimismo, representantes de Alfaguara informaron que el autor de Casa verde no visitará México, como se tenía previsto que lo hiciera a la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara y a Monterrey, donde le entregarían el Premio Alfonso Reyes.