Es urgente disponer de una política de control de las importaciones de arroz y de los precios de los insumos para revitalizar la producción interna del cereal y evitar depender de las importaciones para satisfacer la demanda interna, asentó Pedro Alejandro Díaz Hartz, presidente del Comité Nacional del Sistema Producto Arroz.

Los 5 mil agricultores que permanecen en la actividad están en riesgo de desaparecer, ya que la producción es apenas de 300 mil toneladas y la superficie destinada al cultivo ha disminuido en casi 24 mil hectáreas, expuso. La crisis no ha dejado de profundizarse, por eso se ha insistido a la Secretaría de Economía que limite los permisos de importación del alimento, mientras a la Secretaría de Agricultura, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación se le demandó que aplique acciones más contundentes para rehabilitar las hectáreas que se han dejado de sembrar con el cereal.

Adicionalmente, el directivo sugirió continuar con una campaña para promover el consumo de arroz, pues ha sido desplazado por las pastas, sopas instantáneas y frituras.

Los productores también enfrentan una disminución de 20 por ciento en los precios del alimento, así como aumentos de 30 por ciento en el costo de los insumos.

Con el ordenamiento del mercado interno del arroz, la certidumbre en los precios, comercialización bajo una agricultura de contrato y coberturas de precios a futuro, los productores de 12 entidades tendrán más oportunidades, aseguró. Hace diez años, apuntó, había 25 mil productores de arroz, pero las importaciones innecesarias a precios dumping sacaron de la siembra y el mercado a los campesinos.

En el país hay condiciones para producir el suficiente arroz, principalmente en Veracruz, Campeche y Chiapas, para cubrir la demanda nacional de casi 800 mil toneladas anuales. Lo que pedimos a la Secretaría de Economía es una política de control de precios de los insumos y el diseño de políticas internas que supervisen los precios al consumidor para acabar con la competencia desleal del arroz pulido que entra a precios menores al nacional, dijo.

En esta estrategia también tiene que actuar el sector industrial, a fin de que pague un precio justo por el cultivo para continuar con la reactivación de la economía en las regiones productoras.

A su vez, la Confederación Nacional Campesina (CNC) demandó al gobierno frenar el contrabando de frijol, tabaco y arroz, y acusó al Partido Acción Nacional de asumir una actitud omisa ante el fenómeno. Cada año entran al país alrededor de 100 mil toneladas de frijol, 75 por ciento del arroz que se consume en el país, y 200 millones de cigarrillos apócrifos, productos que llegan a nuestro territorio a través de las aduanas de la Secretaría de Hacienda, las cuales son incompetentes o cómplices de esta plaga que daña a los productores, apuntó Cruz López Aguilar, dirigente de la organización.

Respecto a la tasa impositiva al consumo de tabaco, asentó que es positiva para la salud de la población, pero demandó que una parte de los 15 mil millones de pesos que se recaudarán se debe destinar a los productores de tabaco de Nayarit y Veracruz para respaldarlos en el proceso de reconversión productiva.