El vicepresidente de la mesa directiva del Senado, Francisco Arroyo, rechazó que desde ese órgano se haya pretendido frenar un día antes la reforma a diversos ordenamientos legales encaminados a establecer hábitos alimentarios sanos entre la población y regular la publicidad y la venta de la llamada comida chatarra en las escuelas, a fin de prevenir la obesidad infantil.

El legislador priísta reiteró que avala totalmente las normas establecidas en el dictamen, pero éste contiene errores de técnica legislativa que pueden provocar que se amparen representantes de la industria refresquera y de otros grupos empresariales que no están de acuerdo con la medida.

Recalcó que por existir intereses tan fuertes, se debe tener especial cuidado con los procedimientos legislativos.

Durante la sesión del jueves pasado, los senadores del PAN Teresa Ortuño y Ricardo Torres Origel, así como el perredista Tomás Torres, protestaron y se inconformaron porque la mesa directiva decidió bajar de la agenda el dictamen con reformas a la Ley General de Educación, la Ley General de Salud, la Ley de Protección de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes y la Ley General de la Infraestructura Física Educativa, que estaba programada para primera lectura.

Denunciaron que había intereses que pretendían frenar esa reforma, la cual establece la prohibición expresa para que en los centros educativos de nivel básico se publiciten bebidas y alimentos con bajo contenido nutricional y alto contenido en grasas, sales y azúcares solubles.

Se propone que la SEP y la Secretaría de Salud, en coordinación con los gobiernos de los estados, garanticen que haya bebederos de agua potable en todos las centros educativos del país, con la finalidad de desincentivar el consumo de refrescos y aguas carbonatadas entre la población estudiantil.

El pleno del Senado aprobó el jueves regresar el dictamen al orden del día y se le dio luego primera lectura. Sin embargo, el senador Arroyo dijo que la mesa directiva decidió por mayoría –el jueves, antes de la sesión– retirar el dictamen, porque contiene vicios de procedimiento bastante serios, entre ellos que se elaboró con base en 22 iniciativas que se dictaminaron por comisiones a las que no fueron turnadas.

Agregó que hay otro problema, ya que el Senado recibió hace unos días una minuta de la Cámara de Diputados con modificaciones legales en el mismo sentido y bastaría con darle una segunda lectura, para aprobarla y mandarla al Ejecutivo para su publicación, si es que verdaderamente queremos sacar este asunto a la brevedad.

Cuestionado en torno a filtraciones sobre la supuesta injerencia de la senadora del PRI Socorro García Quiroz, para detener el proceso, debido a nexos con empresas refresqueras, el senador Arroyo respondió: Tengo la obligación ética y moral de defender a mi compañera; creo que ella misma va a evitar que sus actitudes puedan prestarse a cualquier mal pensamiento.