Ante la escalada de violencia en el país, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) manifestó: es evidente que algo está mal y no funciona en nuestra convivencia social, por lo que es necesario exigir y adoptar medidas realmente eficientes para revertir la situación, y descartó que el camino para eso esté en la búsqueda de culpables en el pasado.

Dejó entrever que todos hemos tenido responsabilidad en el escenario de violencia que presenciamos, pues tanto sociedad como instancias públicas no se apoyaron de manera adecuada, y se toleró y propició el germen de lo que hoy son las bandas criminales. Indicó que tampoco es justo ahora exculparse buscando responsables en el pasado y evadir la responsabilidad social y pública actual para erradicar este mal social.

En la mente de todos está el que se debe hacer algo, la dificultad está en el cómo, y es ahí donde las autoridades deben encontrar los cauces para dar entrada a las iniciativas ciudadanas.

Luego de las matanzas de jóvenes ocurridas en varios estados, la CEM lamentó que en los últimos años se ha incrementado en el país la violencia causada por organizaciones criminales, la cual se caracteriza por la crueldad, venganza, exhibición de poder e intención de intimidar a quienes son considerados rivales y a la sociedad.