Dos bultos fueron interceptados en aviones de carga en Dubai y GB; podrían ser 15
Cazas F-15 escoltan a sospechosa nave comercial de Emiratos Árabes hasta Nueva York
Sábado 30 de octubre de 2010, p. 16
Nueva York, 29 de octubre. Paquetes explosivos enviados desde Yemen propiciaron una alta alerta en lo que el presidente Barack Obama calificó de amenaza terrorista creíble
contra Estados Unidos, y propició la inspección de aviones y camiones de carga en varias ciudades en ambos lados del Atlántico.
El jueves por la noche el presidente fue informado por su equipo de seguridad nacional que se contaba con información específica
de un intento para llevar a cabo un atentado terrorista
con paquetes con explosivos, enviados desde Yemen, destinados a dos sinagogas en Chicago. En el transcurso de la noche y esta mañana aviones de carga fueron interceptados en Inglaterra y Dubai donde se descubrieron dos paquetes enviados desde Yemen con destino a Estados Unidos. El gobierno estadunidense informó que Arabia Saudita proporcionó la inteligencia inicial.
La tarde de este viernes, el asesor antiterrorista de Obama, John Brennan, advirtió que aun es posible que no se hayan detectado todas las partes del complot y dijo que Estados Unidos no está suponiendo que los atentados fueron irrumpidos y permanecerá vigilante
. Funcionarios estadunidenses informaron que podría haber unos 15 paquetes en total como parte del complot.
A lo largo del viernes se generó una alerta terrorista mundial después de que se encontró un paquete con explosivos en el almacén del servicio de paquetería FedEx en Dubai y otro en el aeropuerto East Midlands cerca de Birmingham, en Inglaterra.
Obama, en breves declaraciones en la Casa Blanca por la tarde, reveló por primera vez que ambos paquetes aparentemente contenían
explosivos, algo que se había descartado anteriormente, provocando especulación sobre si se trataba de un ejercicio prueba de agrupaciones terroristas
. Obama agregó que se estaba investigando si los responsables están vinculados con una agrupación afiliada con Al Qaeda en Yemen, donde durante meses Estados Unidos ha intensificado su trabajo antiterrorista.
A lo largo del día, autoridades federales y fuerzas de seguridad pública se dedicaron a ubicar paquetes provenientes de Yemen, incluyendo el cateo de aviones y depósitos de carga de la empresa UPS, FedEx y DHL entre otras, en los aeropuertos de Filadelfia y Newark (Nueva Jersey). Esta tarde cazas F-15 escoltaron a un avión de pasajeros de los Emiratos Árabes que aterrizó en el aeropuerto Kennedy en esta ciudad, porque llevaba un paquete de carga enviado desde Yemen. También se interceptaron camiones de la empresa UPS en Brooklyn para verificar paquetes sospechosos. Ninguno de los paquetes inspeccionados en Estados Unidos contenía explosivos.
Alertas a sinagogas de Chicago
Mientras, las autoridades enviaron alertas a sinagogas en Chicago, y los niveles de seguridad fueron elevados en aeropuertos.
Los acontecimientos de las últimas 24 horas subrayan la necesidad de mantenernos alerta contra el terrorismo. El pueblo estadunidense debe confiar en que no titubearemos en nuestra determinación para derrotar a Al Qaeda y sus afiliados y desenraizar al extremismo violento en todas sus formas
, declaró el presidente.
Todo esto se produjo en el contexto de las alertas sobre posibles atentados terroristas emitidas por autoridades en Europa y Estados Unidos en septiembre, incluso algunas alertando sobre el uso de sustancias químicas enviadas por correo o paquetería para perpetrar ataques.
Los paquetes en Inglaterra y Dubai contenían PETN según funcionarios estadunidenses, el mismo explosivo químico cosido dentro de los calzones de un nigeriano que intentaba hacer estallar un avión que aterrizó en Detroit el día de Navidad de 2009, un complot que también fue elaborado en Yemen. También es la misma sustancia que llevaba en sus zapatos Richard Reid quien intentó hacer estallar un vuelo transatlántico en 2001. El explosivo estaba en cartuchos de impresoras de computadoras, una con un teléfono celular como detonador, la otra con un tipo de cronómetro.
Brennan, el asesor antiterrorista de Obama, calificó todo esto de un tipo de ataque
para generar daños, aunque no ofreció mayor detalle en una sesión con los medios en la Casa Blanca la tarde de este viernes. Consideró que esto no fue un ejercicio de prueba para un atentado terrorista en el futuro, ya que en esos casos no se suele usar explosivos.
Aunque Obama sólo dijo que se investigaba no responsabilizó directamente a la filial de Al Qaeda en Yemen, pero el gobierno estadunidense obviamente sospecha eso. El líder religioso radical Anwar Al Awlaki, quien se supone está escondido en Yemen, es sospechoso de inspirar
atentados recientes en Estados Unidos, como la balacera en el Fuerte Hood, el intento de un coche bomba en Times Square, en Nueva York, y lo del vuelo a Detroit en Navidad. Otro operador de Al Qaeda, Samir Khan, también está ahí. Ambos son estadunidenses.
Como en todos estos casos, los medios y analistas de todo tipo ofrecieron especulaciones sobre lo ocurrido, sobre si implicaba el inicio de una nueva ola de ataques, y expertos
sobre terrorismo hablando de toda la serie de amenazas posibles, dando ejemplos sobre que otros materiales explosivos podrían pasar por la seguridad menos estricta en la aviación de carga, que difícil era monitorear unos mil vuelos de aviones de carga diarios en este país y más.
Curiosa ausencia del ambiente electoral
No faltaron quienes especularon sobre el posible uso de este incidente para fines políticos a cuatro días de elecciones intermedias donde Obama y su Partido Demócrata enfrentan la posibilidad de derrotas severas. Brennan y otros descartaron eso, pero a la vez el incidente sí logró resucitar el tema de la seguridad nacional y las guerras en Irak y Afganistán, algo que curiosamente ha estado ausente en el debate electoral durante los últimos meses.
Robert Gibbs, vocero del presidente, informó que Obama no cambiará sus planes para promover campañas electorales de demócratas este fin de semana, una gira que incluye una escala en Chicago, el destino de los paquetes explosivos. El presidente no va cambiar su itinerario, y no hay ninguna razón para que los estadunidenses cambien sus itinerarios
, afirmó Gibbs.