Lunes 25 de octubre de 2010, p. 38
Después de las inundaciones que dejaron los huracanes Karl y Matthew, los pobladores de Tlacotalpan, Veracruz, viven con emociones encontradas: enojo, tristeza, esperanza y miedo. Hay sicosis por agua
, dijo Rafael Muñoz Sandoval, presidente de la asociación civil Comité Pro Desarrollo de la Cuenca.
Sobre los funcionarios federales y estatales que han ido al municipio a raíz de la contingencia, comentó: Son paliativos. Cuando se vayan los soldados, cuando se apaguen las cámaras y ya no haya fotos, veremos lo duro que ha sido
. Aseguró que la inundación de la ciudad se habría podido evitar si se hubiera dragado el segundo río más caudaloso del país, el Papaloapan, como anunció hace cuatro años el gobernador Fidel Herrera Beltrán, y no se hizo ni 5 por ciento de lo que se necesitaba
.
Si bien admitió que las precipitaciones fueron extraordinarias
, consideró que los daños habrían sido menores si se hubiera realizado la inversión programada en prevención y obras de remediación.
Esta ciudad, ubicada en el margen izquierdo del Papaloapan, poco a poco vuelve a la normalidad. Algunos, como Samuel Cruz Aguilera, de 73 años, quien vivió las inundaciones de 1957 y 1969, creen que el vale de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso) por 10 mil pesos para enseres domésticos le ayudará un poco
a paliar la crisis por la pérdida de sus pertenencias.
Porfirio Rosado Galo, en cambio, considera que la situación es grave: Hay sicosis cuando la gente apenas oye que va a llover
. Él no cree que Tlacotalpan salga pronto de la crisis económica en que la sumergieron las dos inundaciones sucesivas que padeció desde agosto durante 66 días, como Herrera Beltrán recordó el sábado anterior, al encabezar junto con Sara Topelson, subsecretaria de Desarrollo Social, la entrega de vales de la Sedeso.
Reabren en Monterrey avenidas que destruyó Álex
A 115 días de que el huracán Álex destrozó las avenidas Constitución y Morones Prieto, en Monterrey, Nuevo León, el fin de semana ambas vialidades fueron reabiertas a la circulación. Los últimos cuatro tramos funcionan desde el sábado, aunque la reconstrucción todavía es provisional.
La obra, a cargo de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, incluyó 20 tramos, en los cuales se invirtieron 550 millones de pesos, y permite la circulación continua en las dos avenidas, aunque en algunas secciones hay reducción de carriles.